La obra para convertir el local adquirido por la Xunta de Galicia en la calle Abeleira Menéndez en la nueva sala de bodas del Registro Civil y que será licitada en las próximas semanas prevé un acondicionamiento integral del inmueble. El proyecto incluye la división de la superficie de este anexo, mediante tabiques, para albergar no solo el propio salón donde se celebrarán las ceremonias, sino también un aseo adaptado y el despacho de la magistrada.
Situado en el número 24 de la citada calle en el Casco Vello, este local de 64 metros cuadrados, había sido adquirido en su momento para acoger el archivo del Registro, con la intención de estar conectado con el edificio central de San Sebastián, algo que finalmente por las normas urbanísticas no fue posible.
Tras inspeccionar las opciones del inmueble tras la marcha del Servicio de Notificaciones y Embargos y observar que el mencionado archivo requería más espacio se optó por dejar en este local la sala de bodas.
El proyecto respetará la fachada existente pero realizando una entrada accesible. Además, se instalará un suelo que se adapte a una dependencia de pública concurrencia. Asimismo, se instalará un falso techo con aislamiento y el aseo también será accesible, al tiempo que se pavimentará el patio exterior. Por último, se ejecutarán todas las instalaciones precisas, como la iluminación, electricidad, fontanería, saneamiento y renovación del aire.
De esta forma, la celebración de bodas no intercederá en el funcionamiento del Registro Civil, cuya entrada principal se situará en el edificio de la calle San Sebastián. Las obras comenzaron en la planta baja del inmueble, donde se había levantado en su momento una sala de vistas para el juzgado de cláusulas suelo. Ahora, se instalará allí el archivo, con los libros y tomos que todavía no han sido digitalizados y que serán trasladados desde la calle Lalín.
Los futuros novios contraerán matrimonio en pleno Casco Vello, a escasos metros de la Pinacoteca, lo que servirá también para revitalizar el comercio de esta zona, tras cerrarse el último club nocturno, en la misma calle, ahora reformado.
