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La natalidad se desploma un 35% en la comarca de Vigo en tan solo 13 años

Madres con niños pequeños por el polígono de Navia, la última “reserva” de natalidad.
photo_camera Madres con niños pequeños por el polígono de Navia, la última “reserva” de natalidad.
Desde la crisis de 2008 hasta la pandemia, los nacimientos caen en picado:  de los 4.715 de 2007 se pasó a los 3.152 del año pasados. El descenso en la ciudad es aún mayor al rozar el 40% y, por primera vez, más de los niños nacidos en el Cunqueiro pertenecen a otros ayuntamientos. Las defunciones, en cifras récord

La natalidad se desplomó en Vigo (el área sanitaria) en un 35 por ciento en apenas 13 años, el período que va de 2008 a 2021. Lo que en otras cosas prueba que el problema es con seguridad el número 1 de Galicia y también de su mayor ciudad, y por otro, el peso que tiene a la hora de ser padres la situación económica. En 2008 estalló la crisis primero hipotecaria e inmobiliaria, luego bancaria y finalmente general, que provocó un batacazo de toda la sociedad y puso punto final al ciclo alcista que se mantenía desde unos años antes, cuando España se acercó al pleno empleo. Ese año, por tanto con la mayoría de embarazos desde 2007, el área sanitaria viguesa -la red pública, sin contar los partos en centros privados- alcanzó su techo del siglo XXI, con 4.715 nacimientos. Trece años después, en 2021m eran tan solo 3.152. Si se tiene en cuenta solo los registrados en la ciudad de Vigo,  el descenso es todavía más intenso: de 2.856 en 2008 a poco más de 1.600 en 2021, es decir, en torno al 40 por ciento.  De hecho, por vez primera y desde hace un año, más de la mitad de los niños nacidos en el Cunqueiro serán vecinos de los otros 25 ayuntamientos del área sanitaria.

 2021 marca hasta ahora la cifra más baja de la serie histórica. ¿Y qué pasa en 2022? Por muy poco, apenas un 1,7 por ciento más, pero 2022 ha comenzado con mejores noticias en el flanco de la natalidad, pero sigue en mínimos y es incluso posible que vuelva a caer.  2020 fue un año de caída en picado, que a su vez se superó de nuevo en 2021. Según los datos del área de paritorio del Álvaro Cunqueiro, donde nacen más del 90 por ciento de los niños del área sanitaria viguesa, entre enero y febrero de este año han llegado al mundo un total de 480 bebés, frente a 474 del año anterior. Es una buena noticia, aunque dista mucho de tratarse de un dato consolidado. De hecho, en enero hubo 257 niños, frente a 246 de 2021, pero en febrero fueron 215, tres menos que en el mismo mes del año anterior.  Por tanto, la natalidad continúa en mínimos y no es descartable que vuelva a bajar sobre 2021, fijando otra nueva plusmarca negativa. Por el momento, enero ha sido algo mejor, pero febrero, peor.

 

NIÑOS Y NIÑAS

Lo que en cambio no ha cambiado es la proporción entre niños y niñas, que salvo la extraña excepción de 2020 siempre ha balanceado a favor de los varones, un hecho que se repite en todo el mundo. En 2022 vuelven a ser muchos más: 260 frente a 220. El año anterior en el mismo período eran 226 niñas frente a 248 niños. 

Ni tampoco ha variado la proporción de cesáreas, que se mantienen en sus números habituales: en lo que va de año se han practicado 119 sobre un total de 472 partos -incluido los gemelares- lo que equivale a que uno de cada cuatro nacimientos se realiza mediante la vía quirúrgica. Lo mismo prácticamente que el año anterior. El 25 por ciento de las cesáreas es una proporción más baja que en el pasado, aunque todavía alta, en parte por la maternidad cada vez más tardía, que complica el parto. A cambio, España es uno de los países del mundo con menor número de muertes de madres y niños.

Los partos gemelares también bajan la estadística

Aunque todavía es pronto para sacar conclusiones, el inicio del año también apunta a la baja en cuanto al número de partos gemelares. De momento, y siempre según los datos del área de paritorio del hospital Álvaro Cunqueiro hay un 20 por ciento menos que el mismo período del año anterior. La proporción normal se sitúa en dos por ciento de todos los alumbramientos registrados, que en este caso se cumple casi de forma exacta: hubo 472 partos y ocho de ellos fueron múltiples, sin trillizos, un total de ocho. El pasado año eran 10 con algunos menos nacimientos registrados.

 

De uno a otro récord: del mayor número de partos a la cifra más alta de defunciones

Vigo se puede definir en algunas cifras. En dos, en concreto, el número de nacimientos anuales y el de fallecidos, con el correspondiente saldo vegetativo. El IGE, el instituto gallego estadístico, acaba de publicar la última edición actualizada de sus datos de la serie histórica entre 1975 y 2020, que resumen perfectamente la historia más reciente de esta ciudad. En 1975, un año importante por ser cuando Franco fallecía, Vigo sumaba al año 5.257 nacimientos y solo 1.694 defunciones, dejando un balance demográfico de +3.563, que sumado a los miles de personas que llegaban cada año atraídas por la posibilidad de trabajo explican por qué Vigo fue la ciudad que más creció en Europa en el siglo XX.  Era un auténtico aluvión que obligó a construir barrios nuevos con rapidez: Coia es el mejor ejemplo de ello, desarrollado en tiempo récord.

Pero todas esas cifras son historia: fueron las más altas nunca alcanzadas y ni de lejos volvieron a darse, con una decadencia que con alguna sorpresa -entre 2006 y 2008, por el ciclo alcista- ha sido persistente. 45 años más tarde, el reverso absoluto. El IGE anotó en el año de la pandemia 1.773 nacimientos (niños nacidos en la ciudad y registrados en ella) y 2.877 defunciones, con un saldo negativo de -1.104. Son las peores cifras de la serie, pero hay serias posibilidades de empeorar una vez se hagan oficiales los de 2021. Por de pronto, hubo menos nacimientos y es probable que haya más decesos anotados. Solo se compensa en parte con la llegada de inmigración exterior, con un saldo muy positivo. De hecho, Vigo se encuentra en estos momentos en su momento más alto.

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