Vigo nota los efectos de la caída demográfica, solo paliada con la llegada de extranjeros, pero estos no pueden votar salvo que sean comunitarios o de países con convenio. El resultado final es que Vigo tendrá el 28 de mayo 2.000 electores menos que en las municipales de 2019, la mayor caída de todos los ayuntamientos gallegos en números absolutos. Las provincias de Lugo, Ourense y A Coruña también retroceden sobre hace cuatro años, y la de Pontevedra, pese al bajón de Vigo, mejora aunque de forma muy ligera gracias a algunos ayuntamientos del entorno metropolitano que en este período cuatrienal han despegado con fuerza, como es el caso de Porriño o Cangas.
En concreto, de los 27 municipios que conforman el “gran Vigo”, que se corresponden con la demarcación sanitaria, sube el número de votantes en 16 de ellos y, por tanto, baja en los otros 11. En el resto de la provincia también destaca la caída de la ciudad de Pontevedra, aunque de forma menos intensa, unos 220 menos que en 2019. En el caso de Vigo, los electores potenciales suman en esta ocasión 235.423, en tanto que en el total de la circunscripción provincial llegan a 770.291, lo que supone apenas 80 más que en 2019.
Los mayores incrementos se dan en municipios en las proximidades de la capital metropolitana, como Porriño, que añade 500 votantes debido al fuerte impulso demográfico logrado a lo largo de los últimos años. De hecho, Porriño es el único concello que amplía su corporación al superar los 20.000 habitantes de derecho. Vigo, que tiene 27 concejales desde las primeras elecciones locales de 1979, tendría que superar los 300.000 de derecho para conseguirlo. Y no parece fácil que suceda. Entre los que bajan se encuentra Redondela o A Guarda, así como los pequeños municipios del Paradanta, una de las zonas más afectadas por la caída demográfica. Como curiosidad, Mondariz perdió 40 electores, y se quedó en 3.873, en tanto que su vecino homónimo, Mondariz-Balneario, subió en 5 para llegar hasta 599. También sumaron en positivo, entre otros, Tui (176 más) o Santa María de Oia, que añadió ocho más para alcanzar 2.587, un cambio de tendencia en este municipio costero.
Los extranjeros comunitarios pueden votar en las municipales, como también los nacionales de países que mantengan un convenio con España, entre ellos Reino Unido y algunos de América. Incluso pueden ser candidatos, como ocurre en Vigo con Eva Endress, que será la número 1 de Ciudadanos y aspirante a alcaldesa pese a tener nacionalidad alemana, un hecho histórico. En cambio, no pueden ejercer el voto los españoles residentes en el exterior que suman cientos de miles en Galicia, ya que están excluidos de las municipales. Sí pueden acudir a las urnas en las autonómicas y generales, donde los extranjeros están vetados al tratarse de comicios donde se legisla. En la provincia, hay en esta ocasión un total de 3.063 extranjeros que pueden ejercer el voto, entre ellos británicos pese a no formar parte de la Unión Europea. Portugueses o rumanos también pueden participar, entre otros.
