Edicións Xerais recupera doce fotografías del archivo histórico custodiado en Ribadavia, con escenas del Vigo de hace un siglo, protagonizadas por mujeres en una selección realizada y comentada por Sabela Fraga
La editorial Xerais apuesta por fotografías antiguas de Vigo para poner imágenes a los meses del próximo año, 2021, donde la mujer es la protagonista. Lo hace con una selección del arquivo Llanos, actualmente en Ribadavia, dirigida por la historiadora del arte, Sabela Fraga. “Son tres xeracións de fotógrafos da mesma famila que documentan as transformacións da cidade de Vigo e das súas xentes na práctica totalidade do século XX; axúdanos a tomar conciencia dos cambios sociais e compreder a importancia da no desenvolvemento histórico”, apunta la comisaria.
Así, enero se corresponde con un partido femenino disputado en el campo de Coia en 1925; febrero, un posado de mujeres disfrazadas de 1920; marzo, el escaparate iluminado del Garage Americano en 1936; abril, peatones por Príncipe en la década de los veinte; mayo, participantes en el desfile de la Batalla de las Flores en 1926; junio, mercado de productos rurales en el barrio histórico; julio, las clases de costura con las máquinas Freire vistas desde el exterior; agosto, una jornada de trabajo en un lavadero del rural vigués; septiembre, mujeres con el puño en alto entre 1931 y 1936; octubre, la guardería del conservera Massó en la década de los cincuenta; noviembre, una carrera femenina por la Alameda y diciembre, una niña con una cámara de fotografías en un campo de fútbol.
“Convivir cada mes cunha única fotografía no almanaque pode ser un convite para mudar e coidar a nosa forma de ollar”. Así, Fraga señala que “coidar a nosa forma de mirar tamén é un acto de responsabilidade porque ten que ver coa capacidade que posuímos para (re)presentarnos e coa maneira de relacionarnos coas demais persoas”.
Esta iniciativa de Xerais es la oportunidad de conocer un archivo fotográfico, que documenta la vida viguesa desde 1885 y que en 2009 compró a la familia Llanos el Museo Etnográfico de Ribadavia, después de años de negociaciones con el Concello de Vigo que no llegaron a buen puerto. Los fondos están compuestos por más de un millón de imágenes.
Así, enero se corresponde con un partido femenino disputado en el campo de Coia en 1925; febrero, un posado de mujeres disfrazadas de 1920; marzo, el escaparate iluminado del Garage Americano en 1936; abril, peatones por Príncipe en la década de los veinte; mayo, participantes en el desfile de la Batalla de las Flores en 1926; junio, mercado de productos rurales en el barrio histórico; julio, las clases de costura con las máquinas Freire vistas desde el exterior; agosto, una jornada de trabajo en un lavadero del rural vigués; septiembre, mujeres con el puño en alto entre 1931 y 1936; octubre, la guardería del conservera Massó en la década de los cincuenta; noviembre, una carrera femenina por la Alameda y diciembre, una niña con una cámara de fotografías en un campo de fútbol.
“Convivir cada mes cunha única fotografía no almanaque pode ser un convite para mudar e coidar a nosa forma de ollar”. Así, Fraga señala que “coidar a nosa forma de mirar tamén é un acto de responsabilidade porque ten que ver coa capacidade que posuímos para (re)presentarnos e coa maneira de relacionarnos coas demais persoas”.
Esta iniciativa de Xerais es la oportunidad de conocer un archivo fotográfico, que documenta la vida viguesa desde 1885 y que en 2009 compró a la familia Llanos el Museo Etnográfico de Ribadavia, después de años de negociaciones con el Concello de Vigo que no llegaron a buen puerto. Los fondos están compuestos por más de un millón de imágenes.
