Una réplica de Auga dos Cebros perpetúa el grabado rupestre singular de Oia, amenazado por las inclemencias del tiempo
nnn Alumnos y profesores de la Escola de Conservación e Restauración de Pontevedra realizan esta semana las réplicas 3D a pequeña escala y el estudio fotométrico del petroglifo Auga dos Cebros, en localizado en los montes del Concello de Oia. Se trata de los trabajos de documentación que acompañan a todo un proceso de elaboración de un molde a tamaño real.
“La finalidad última es contar con una réplica fiel y la salvaguarda de este patrimonio frágil y en riesgo, protegiendo el yacimiento”. Así explican la actuación desde la asociación Costa dos Castros, que promueve la acción junto a la Comunidad de Montes de Man Común de Pedornes, titular de los terrenos donde se encuentra el grabado, y que cuenta con la financiación del Concello de Oia y la colaboración de la Escola de Conservación, encargada de realizar los trabajos.
Cuatro alumnos, con sus profesores de la sección de Arqueología, se desplazaron al lugar de ‘Viveiro’, en Pedornes e iniciaron el trabajo de campo que se prolongó seis días. Consistió en la limpieza del entorno y de la superficie del petroglifo, así como la documentación gráfica in situ con dibujos y fotografías y la posterior realización de un molde a tamaño real.
“Utilizamos una capa de silicona especial, respetuosa con la pieza, no es algo que la gente puede hacer sin más”, apunta Andrea F. Arcos, vicedirectora de la Escola, quien recuerda que los trabajos de restauración y conservación no deben afectar al original. A continuación, colocaron una madre forma de fibra de vidrio con un armazón metálico para darle consistencia. Lo más complicado resultó el traslado en camión del molde, debido sus grandes dimensiones. El paso final será sacar los positivos, en principio dos para el Concello de Oia y para la propia comunidad de montes de Pedorne. El posible de almacenaje del molde aún no está decidido.
La pieza original permanecerá en el monte. Se encuentra en las inmediaciones del río Vilar, que durante las época de crecidas, desborda por encima del petroglifo, lo que hizo temer por su conservación. Con estos trabajos, autorizados por la Dirección Xeral de Patrimonio, preservan las características de Auga dos Cebros. Ubicado en una zona de elevada densidad de grabados rupestres, su singularidad radica en la recreación de una gran embarcación de origen mediterránea del II milenio a. C, que lo hace único en la fachada atlántica. Así lo recoge en sus publicaciones Javier Costas Goberna, miembro del Instituto de Estudios Vigueses,n
“La finalidad última es contar con una réplica fiel y la salvaguarda de este patrimonio frágil y en riesgo, protegiendo el yacimiento”. Así explican la actuación desde la asociación Costa dos Castros, que promueve la acción junto a la Comunidad de Montes de Man Común de Pedornes, titular de los terrenos donde se encuentra el grabado, y que cuenta con la financiación del Concello de Oia y la colaboración de la Escola de Conservación, encargada de realizar los trabajos.
Cuatro alumnos, con sus profesores de la sección de Arqueología, se desplazaron al lugar de ‘Viveiro’, en Pedornes e iniciaron el trabajo de campo que se prolongó seis días. Consistió en la limpieza del entorno y de la superficie del petroglifo, así como la documentación gráfica in situ con dibujos y fotografías y la posterior realización de un molde a tamaño real.
“Utilizamos una capa de silicona especial, respetuosa con la pieza, no es algo que la gente puede hacer sin más”, apunta Andrea F. Arcos, vicedirectora de la Escola, quien recuerda que los trabajos de restauración y conservación no deben afectar al original. A continuación, colocaron una madre forma de fibra de vidrio con un armazón metálico para darle consistencia. Lo más complicado resultó el traslado en camión del molde, debido sus grandes dimensiones. El paso final será sacar los positivos, en principio dos para el Concello de Oia y para la propia comunidad de montes de Pedorne. El posible de almacenaje del molde aún no está decidido.
La pieza original permanecerá en el monte. Se encuentra en las inmediaciones del río Vilar, que durante las época de crecidas, desborda por encima del petroglifo, lo que hizo temer por su conservación. Con estos trabajos, autorizados por la Dirección Xeral de Patrimonio, preservan las características de Auga dos Cebros. Ubicado en una zona de elevada densidad de grabados rupestres, su singularidad radica en la recreación de una gran embarcación de origen mediterránea del II milenio a. C, que lo hace único en la fachada atlántica. Así lo recoge en sus publicaciones Javier Costas Goberna, miembro del Instituto de Estudios Vigueses,n
