Las previsiones de las agencias apuntan a una caída en picado de las temperaturas y la llegada de lluvias intensas
Las agencias meteorológicas acertaron y ayer se marcó la máxima del año, con 27 grados en el centro de Vigo, superando los 26,7 anteriores. Un día que fue muy caluroso en el sur de Galicia y mucho más primaveral en el norte, y que según las mismas previsiones, da paso inmediato a una borrasca que traerá lluvias después de un abril que fue muy seco. En concreto, en el ámbito metropolitano la máxima la fijaron con la misma temperatura Salceda de Caselas y Salvaterra de Miño, que según Meteogalicia habrían alcanzado 30,8 grados. Detrás, Tui, Ponteareas y Porriño, con 29,8 y 29,6, tres municipios que suelen registrar valores extremos durante todo el año debido a su emplazamiento al lado de sendos ríos, que influyen de forma decisiva sobre el clima. Vigo vendría a continuación con los 27 medidos a las tres de la tarde en el punto de control de la avenida de Madrid. En Coruña tuvieron 22 grados como la más elevada. Y en Galicia, de nuevo Ourense se destaca del resto, con 33 grados puramente veraniegos a falta de un mes y medio para el cambio de estación. Si Meteogalicia vuelve a acertar, desde hoy mismo hasta el fin de semana e incluso más allá caerán en picado las temperaturas máximas, hasta ocho grados menos, y un frente dará paso a la llegada de lluvias importantes. Los embalses, por su lado, continúan al tope de su capacidad desde el pasado 1 de abril, según acordó Augas de Galicia, que gestiona las presas de abastecimiento, de cara a garantizar el suministro en verano. La Xunta no espera en esta ocasión problemas, como sí sucedió durante el pasado año.
