Las charangas marcaron el ritmo del Entroido. En Príncipe, lleno de viandantes, los disfraces destacaban principalmente entre los más pequeños.
Sin duda, los reyes del domingo fueron Os Merdeiros que volvieron a patrullar en sus dominios, el Casco Vello, manteniendo a raya a todos los que se cruzaban, tanto disfrazados como no. Acorralan a sus víctimas y las restriegan con cabezas de ajos y berzas, toques con varas o lluvia de harina. El perfil del personaje del Entroido vigués, cada vez más numeroso, ya se normalizó en el barrio histórico, después de su recuperación hace más de una década por la asociación A Merdeira. En el centro neurálgico de las fiestas, a escasos metros del Meco, se desarrollaron los talleres infantiles de manualidades y maquillaje. Con el avance de la tarde se sirvió una chocolatada popular para entrar en calor. El final de la programación la puso el Mago Marco, que desde el escenario mantuvo la atención de los espectadores con un show de ilusionismo.
Hoy será un día tranquilo, con actividades centradas en el público infantil. Mañana comienza la traca final del Entroido, con los concursos de disfraces, el concierto de La Travesía y la quema del Meco.
Las fiestas se despedirán el miércoles de Ceniza, con el sepelio y las exequias funerarias, con especial protagonismo de la comparsa Os Tarteiras. Finalmente, se darán a conocer los ganadores de los concursos de esta edición.