Bajo la mayor cueva de Galicia

Marcos Vaqueiro en una de las exploraciones a la gruta del Rei Cintolo.
photo_camera Marcos Vaqueiro en una de las exploraciones a la gruta del Rei Cintolo.
Los vigueses Marcos Vaqueiro y Suso Expósito participan en el proyecto Cova Rei Cintolo, en Mondoñedo, para analizar sus misterios y rincones: “Descubrimos especies que no se habían visto en la comunidad”

Un viaje no solo entre la distancia, sino también en el tiempo. Los espeleólogos Marcos Vaqueiro y Suso Expósito participan en el proyecto de investigación Cova Rei Cintolo, una gruta ubicada en Mondoñedo que actualmente es considerada la mayor de Galicia. Y todo fue gracias al impulso y la curiosidad de Vaqueiro, que puso en funcionamiento una maquinaria para su exploración completa donde actualmente actúan 70 profesionales de un total de 11 clubs de Galicia, entre los que se encuentran el club vigués Peña Trevinca, y otros tres de fuera de la comunidad. “Llevamos años trabajando desde A Trapa (club de espeleología vigués) para poder enganchar a los jóvenes. Así, a través de una conferencia en Mondoñedo impartida por el propio club Rei Cintolo, atrajo mi atención para seguir investigando esa cueva”, señaló Vaqueiro. Su trabajo, comenzado en abril de 2018, empezó a dar pronto sus frutos y, pandemia mediante, descubrió en la cavidad lucense un tesoro por explorar: “No había un enfoque claro en la cartografía e, incluso, había zonas señaladas con incógnitas. A partir de ahí descubrimos galerías nuevas y pasamos de conocer 5.800 metros de amplitud a un total de 8.500 actuales”. Pero no quedará ahí, su objetivo está marcado en conseguir alcanzar los 11.000 metros, casi tres veces más que la segunda más amplia de la comunidad, Sima Teixeira, en O Courel (3.500 metros). 

El proyecto fue enfocado para incluir un modelo digital tridimensional, estudiar su diversidad, biodiversidad, patrimonio y ampliar las zonas para un posible interés turístico (existen ya dos rutas para los más aventureros): “Aparecieron 30 yacimientos de épocas antiguas, la primera vez que se encuentran esas especies en Galicia. Un ciervo canadiense, osos pardo…pero también depósitos geológicos”. Aunque lo que más llamó la atención de Vaqueiro fue su belleza natural y sus “estalactitas azules y verdosas, que son bastante singulares”. 

Con más de 4.100 horas de trabajo en esa cueva, Vaqueiro indica que todavía quedan muchos más rincones que explorar, aproximadamente unas 1.800 horas y dos años más de dura faena: “En algún momento tendremos que parar, nuestro objetivo serán los 11.000 metros pero la dificultad es grande”. Introducirse en una cavidad de estas características conlleva un riesgo, siempre llevado con una limitación de sus participantes y con todos los papeles en regla. “Para llegar a donde estamos trabajando nos lleva alrededor de 1 horas y 15 minutos, todo eso con el material tecnológico y logístico con nosotros. Así, podemos alcanzar las 10-11 horas en un día de trabajo”. Todo ello, de una forma “muy inmersiva, con casco, fundas, en ocasiones agachados…incluso bajando un tobogán de 54 metros de altura”. No apto para claustrofóbicos. 

Suso Expósito, vocal de espeleología del club vigués Peña Trevinca, también colabora en la “ampliación” de la cueva, si bien se incorporó poco después. “Siempre procuro echarle una mano a Marcos en lo que pueda, y en 2020 empecé con este proyecto en Mondoñedo”, afirmó Expósito. Con 30 años a sus espaldas visitando cuevas y siempre con un gusto peculiar por la montaña, su amor por el Rei Cintolo fue de inmediato: “Me enganché de casualidad y fue como un flechazo. Las visite estando de vacaciones y me llamó muchísimo la atención”.

Para adentrarse en la cueva, la orientación es importante, pero más es la preparación física. “Tienes que estar bien preparado, eso es fundamental, pero también saber moverse bien por la cueva e ir acompañado. Nunca se puede ir solo”, señaló Expósito ante los caminos “laberínticos” por los que se puede transitar dentro de la gruta. Aunque lo que más se valora es “el bueno rollo que hay, porque es una labor voluntaria y gente como nosotros nos desplazamos unos 280 kilómetros desde Vigo”. 

Ayer presentaron una proyección de su proyecto. Actualmente tienen topografiados un total de 8.515 metros y 96 metros de desnivel. Una pasión que comparten tanto Vaqueiro como Expósito.

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