O Marisquiño, un festival que también es cultura
Su principal atractivo son los deportes urbanos, pero O Marisquiño incluye música, graffiti, break dance y rap
El aspecto cultural de O Marisquiño fue el que resultó este año más disgregado. Mientras las principales disciplinas deportivas se concentran en Samil, acompañadas por una amplia oferta de restauración, el graffiti se redujo a cuatro intervenciones en As Avenidas, donde quedó descolgado junto al Basket 3x3 y el rap con la Batalla de Gallos, en Porta do Sol, lejos del ambiente generado por riders y skaters.
Coordinado por el vigués Pow One, cuatro artistas intervinieron ayer un cubo (una superficie de 20 metros de largo y 2 de altura) mostrando tres estilos diferentes: O´Ras, desde Pontevedra; Miedo 12, de Valencia y los locales Baoner y Sax, la única mujer de la selección, que tal y como explica, se formó en la calle: “Comencé a finales de los 90, pintando sola los domingos. Después, fui conociendo a gente, participé en iniciativas del Concello, también di clase. En 2010 di el salto al Tattoo”. Hizo una “Queca alienígena” en referencia a su estudio de tatuaje, una práctica que se retroalimenta de acción en el Street Art: “Una cosa me llevó a la otra, tengo el pulso firme”.
Desde 2014, Sax no coincidía con Miedo 12, un histórico del graffiti internacional, que por primera vez pinta en Vigo. “Me gusta mucho el festival; deporte y arte urbano están muy vinculados. En mi caso, descubrí el graffiti a finales de los 90 con las fotografías de Los Ángeles que publicaban las revistas de skate”. En esta ocasión, su intervención consiste en letras de Wild Style, centradas en la estética formal, sin un mensaje concreto.
Después de la exhibición de rap en estilo libre, ayer comenzó la fase clasificatoria del Gold Battle Galicia en Porta do Sol, que hoy disputará la final, a partir de las 17 horas. Entre hip hop y regueifas transcurrieron auténticos retos verbales que arrancaron aplausos entre los asistentes a otra isla cultural que programó O Marisquiño en el centro.
La música sí tiene su sitio en Samil. Hoy acabará el ciclo de conciertos programado desde el viernes en la zona verde, antes ocupada por el Dorna. La buena acogida solo quedó ensombrecida la primera noche por la lluvia. El pinar fue tomado por puestos gastronómicos que ofrecen su propia programación musical. Unificados con guirnaldas de bombillas, O Marisquiño en la playa ganó en carta de presentación.
La pista de patinaje fue tomada por los Bboys y las Bgirls del Break Dance. Además de exhibición, acoge una prueba del campeonato con dos formatos, 3vr3 y 1vr1. Elihu, de Granada, compite, pero además ejerció de juez: “Valoramos la ejecución, la musicalidad, la presencia, la originalidad y la actitud”. Con más de 20 años de experiencia, en la pista destaca por sus habilidades explosivas. “El baile se importó de EEUU y aquí desarrolló particularidades con incluso diferencias internas; en el sur hay más trucos y en el norte se baila más”.
Considera que la presencia de las Bgirls es cada vez más importante en una disciplina tradicionalmente masculinizada. “Desde que se separaron las categorías, se les está dando mayor visibilidad a las mujeres y el nivel es muy alto. Las representantes españolas tienen un puesto importante a nivel internacional”. En cuanto a los vigueses, afirma que siempre se sorprende cuando llega a O Marisquiño. “En Galicia hay mucha calidad, pero se sale poco y hay gente muy buena que es desconocida fuera”. Ayer, numeroso público comprobó la calidad de las crew.
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