“Arkhé” es la obra que Marcos Castro Vilas presentará mañana en la sede viguesa del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia. Afirma que la publicación es “un libro de ciencia muy masónico, un tanto subversivo e irreverente” y sobre ella habló para los lectores de Atlántico.
Propone un tratado de 420 páginas donde analiza los orígenes del mundo. ¿Cómo surge esta publicación?
Es una secuela de mi anterior libro, “Cristóbal Colón y el periplo de Hannon”, donde me encontré con estructuras constructivas muy profundas y quise profundizar.
La teoría del Colón gallego va cogiendo más fuerza. ¿Qué opina sobre la idea de que haya sido Pedro Madruga?
Yo defiendo la teoría de que Colón era gallego, pero del Val do Dubra. Al igual que el dios romano Jano, que era el patrón de los constructores, usaba el Crismón con el alfa y el omega, el principio y el fin de todo, o lo que es lo mismo que “el pasado construye el futuro y el futuro construye el pasado”. Su dios mira al pasado y al futuro para tener un presente inteligente, una filosofía muy masónica. Para los masones Colón es el concepto máximo: la llegada a la isla Jamaica, dice ser de Génova, firma con el Crismón. Es una figura clave, no es tan importante su origen, sino por lo que significa.
Presenta su obra como un libro de ciencia, peor también tiene mucho de misticismo.
Es ciencia, pero también es conocimiento masónico, isoterma, misticismo, saberes gnósticos o el hermetismo. La sociedad actual olvidó el significado que nos rodea como la serpiente enroscada en la vara que lucen las ambulancias y proviene de la báculo del dios Jano, de Hermes, símbolo que lucía Colón.
¿Cuál es el objetivo final de su estudio?
Pretendo dar respuesta a tres preguntas: ¿Cómo surgió el mundo? Sugiero que el huevo y la gallina fueron al mismo tiempo según el concepto de reacciones reversibles, la plasticidad y la elasticidad marca los límites de los materiales, siempre construyen realidad. La segunda, ¿cómo apareció la vida? Por medio de una reacción química análoga a la elasticidad, queda marcado en el ADN. Y la tercera, ¿cómo se construye la naturaleza? Parto desde la construcción de un árbol y su vínculo con la de la pirámide, un saber que se perdió con la llegada del microscopio. Edgar Allan Poe llegó a la misma conclusión en “Eureka”. No le hicieron caso, lo calificaron de desbarre.
