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“He cumplido otra de las cositas que me marqué al llegar. Es un paso sin retorno”. Miguel Fernández-Cid, director del Marco, valoró así la inauguración de “Unha imaxe de si”, una muestra especial dentro de la trayectoria del museo al ser la primera formada con fondos propios, el bautismo expositivo de la colección de arte del Marco. Fotografías, imágenes intervenidas y audiovisuales conforman la primera selección.
Tres mujeres protagonizan este estreno en sala: Marta María Pérez Bravo (La Habana, 1959), un referente en trabajos de género, cuyas obras dialogan con las de dos locales que ya tuvieron proyectos individuales en el museo: Yolanda Herranz Pascual (Barakaldo, 1957) y Andrea Costas Lago (Vigo 1978). “Justifica que sea ahora la presentación porque coincide este bloque de artistas con líneas de trabajo vinculadas a unos mismos temas que provocan una interrelación entre ellas”, explica Fernández-Cid, para quien esta relación también tiene que servir para promocionar a las creadoras gallegas en el exterior al aparecer ligadas a un nombre con una difusión internacional. Marta María (ausente al residir en México) comprobó el montaje final con una reacción muy positiva que el director del Marco compartió ayer: “Aseguró que en este caso es ella la que se siente gratificada porque no hay nada que le haga más ilusión a una artista que poder dialogar con obras de otras generaciones”.
La serie de Herranz Pascual, los autorretratos, se incluyeron en la muestra “Arte sana, arte cura”, que se inauguró justo antes de la pandemia. Su reflexión gira en torno al cuerpo y a la identidad, temas también presentes en Costas Lago; su pieza también formó parte de “Desapego”, inaugurada en febrero de 2023. Las artistas donaron las piezas al museo que financió su producción. Pérez Bravo también donó sus obras como alternativa a un obligado traslado a América. “Siempre estoy más cerca de no aceptar una donación que de hacerlo, no puede tomarse como una forma de entrar en el Marco. Las piezas que se admitan tiene que ser importantes, guardar relación con el museo o que le vea posibilidades de programación”, aclara el director.
Con esta presentación pública de esta colección se acaba un debate casi constante desde la puesta en marcha de la colección del Marco. Según desvela Fernández-Cid, fue un “trabajo silencioso, conformando lo que tiene que acabar siendo una colección”. Frente al arte como reflejo del momento, “algo habitual cuando hay un apoyo económico fuerte”, en el Marco se apostó por otro perfil, “el que se trama como una tela de araña, seleccionando obras excelentes, no en representación de cada artista, sino concebidas en bloques relacionados. La colección que queremos tiene como idea principal vincular el mejor arte gallego con el de fuera, el peninsular o el americano, con zonas relacionadas con Galicia”.
La decisión del Concello de poner en valor sus colecciones, depositadas hasta ahora en los almacenes facilitó que se desvelase un esfuerzo que potenció con el último cambio de dirección en 2019.
Asegura que “había una anomalía clara, en Galicia hay un centro de arte contemporáneo (CGAC) y un museo de arte contemporáneo (Marco), y mientras el primero sí tenía colección, el otro no. Es algo incomprensible, o se corregía o se cambiaba de nombre”, afirmó Fernández-Cid, quien precisamente fue el promotor de la adquisición de obra por parte del CGAC como estrategia de relación entre los artistas y la entidad. “La práctica termina modificando la función”, explica. Tradicionalmente, la diferencia entre un Centro de Arte y un museo es que el primero carece de colección, se limita a exponer obra ajena, incentivando la creación, pero actualmente los límites se diluyen.
Andrea Costas Lago, una viguesa de Navia, y Yolanda Herranz Pascual, una vasca afincada en Vigo, se mostraron muy orgullosas de formar parte de esta primera exposición de la colección del Marco. “Además de ser una satisfacción estar presente en los fondos del museo también supone una seguridad de conservación de estas piezas, ya que yo tendría muy difícil su almacenamiento”, afirmó Costas. Por su parte, Herranz destacó la visibilidad que aportará a su obra, a través de posibles intercambios.
A esta exposición seguirán otras, aunque sin una regularidad concreta y siempre con discursos coherentes. “La dinamización de estas obras puede venir a través de pequeñas muestras de cámara que contribuyan a dar a conocer los fondos”.
El alcalde Abel Caballero, presente en la inauguración, recalcó que “esta exposición se debe a la generosidad de las artistas que facilitan la revolución cultural que está viviendo esta ciudad”. El regidor anunció la colocación próximamente de 40 mupis que publicitarán como tema central la muestra.
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