Unos niños que juegan en el Castillo de San Sebastián escuchan por error la conversación de un desquiciado que quiere poner una bomba el 25 de diciembre en Vigo. Así comienza el cortometraje “Las mejores Navidades del mundo”.
Los protagonistas son los alumnos del Acting School, un centro de formación de actoral dirigida a las producciones audiovisuales. Localizaciones por toda la ciudad y vista de pájaro a través de un dron es la mejor carta de presentación.
“Aprovechamos las vacaciones y la decoración navideña como ambientación para rodar este corto, es una actividad habitual para nosotros, ya tenemos programados 16 producciones para la próxima temporada”, apunta Alejandro Pacheco, responsable de la escuela. Al equipo solo le quedó pendiente una toma en la que estaba prevista la participación del alcalde, Abel Caballero. “Iba a tener una presencia importante, pero por problemas de agenda no pudo ser”.
La trama, que se desarrolla en distintos escenarios, cuenta como estos niños consiguen detener al delincuente, justo en el momento en que va a hacer explosionar la bomba. “Nuestra primera intención es que los vigueses la conozcan y después aspiramos a llevarla a algún festival”.
Con un ritmo muy “cartoon”, el trabajo de los alumnos no quedó en la interpretación, que tuvo lugar el año pasado. También hicieron los doblajes, ejercitando la técnica de la voz, en una postproducción que se prolongó seis meses.
La escuela estrenó en septiembre el largometraje “Resilencia”, que aspira a un Mestre Mateo. Bajo la dirección de Pacheco, que también ejerce de guionista, productor y operador de cámara, está protagonizada por Arantxa Costas. Cuenta la historia de un Vigo apocalíptico tras una tragedia nuclear.
Las producciones de Acting School disponen de presupuestos muy reducidos, que se compensan con imaginación.
