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Las lluvias no llenan Zamáns, a la mitad de su capacidad

Imagen de un embalse.
photo_camera El embalse de Zamáns estál 51 por ciento, casi igual que el pasado mes de noviembre.
El embalse vigués mantiene su nivel bajo, aunque el área cuenta con Eiras, en Fornelos, que se ha situado al 80 por ciento
Diciembre está siendo un mes de lluvias, por encima de la media del resto del año, seco, pero el embalse de Zamáns, situado en el municipio vigués, sigue sin llenarse, y es el que menos agua acumula entre los destinados al abastecimiento en Galicia. Apenas se encuentra al 50 por ciento, según los datos de Augas de Galicia, donde hay cierta sorpresa por lo ocurrido. Augas, de la Consellería de Infraestructuras, se hace cargo de la gestión “en alta” de los embalses, siendo la empresa concesionaria, Aqualia en Vigo, la que se ocupa “en baja”, es decir, de la distribución. La explicación en la Consellería es que la concesionaria ha decidido tirar de Zamáns aprovechando que Eiras se halla a un buen nivel, el 80 por ciento, lo que elude cualquier problema de suministro (Eiras es 10 veces mayor que Zamáns). ¿Por qué? La respuesta estaría en que Zamáns, por su ubicación en un alto, no exige el bombeo para llevar agua potable a edificios y viviendas, en tanto que Eiras sí obliga a realizar un trabajo extra, que encarece la distribución. Eiras se encuentra al mismo nivel que el ejercicio pasado y el anterior a estas alturas, y algo por debajo de 2017, el año de la gran sequía, cuando el embalse de Fornelos tocó fondo al quedarse al 35 por ciento. Tres días de fuertes precipitaciones en diciembre permitieron que alcanzara el 75 por ciento. En cuanto a Zamáns, en diciembre de 2019 se encontraba cerca del 100 por cien, y en 2018 al 87 por ciento. En 2017, en cambio, comenzaba a recuperarse del otoño seco, y apenas había alcanzado el 38 por ciento. En aquella ocasión se planteó un trasvase de urgencia desde el río Verdugo, operación que ha sido descartada por completo por los técnicos de Xunta, Ministerio y Concello, que ahora apuestan por una nueva estación depuradora en la ciudad, que permitirá utilizar todo el agua que haya embalsada, y en todo caso, y como medida de urgencia, un canal desde el Miño para una sequía extrema. La construcción de una desaladora e incluso la ampliación de Eiras también se descartarían ahora.

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