Lluvia y Navidad, cóctel perfecto para los atascos en Vigo

Si llueve, los coches salen a la calle. Si hay luces de Navidad y coincide con fechas vacacionales, los viajeros de fuera se trasladan a Vigo para ver el alumbrado. Los dos factores unidos en el tiempo significa el colapso del tráfico en el centro de la ciudad, como sucedió este martes 2 de enero.

Los 32 litros de lluvia por metro cuadrado registrados incentivaron a sacar el coche del garaje a los vigueses para desplazarse. En torno a las seis de la tarde, momento que coincidió con el encendido diario del decorado navideño, cruzar la urbe viguesa según la vía escogida o transitar a cuatro o dos ruedas por el centro no fue apto para conductores impacientes.

Atravesar la Gran Vía, un tramo que normalmente se hace en pocos minutos, llevó más de 20. Y subir del nudo de Isaac Peral hasta Vía Norte, que en circunstancias habituales son 3 minutos, supuso media hora de reloj. Varios parkings lucieron también con el cartel de completo. Aun así, por otras arterias importantes como Beiramar el tráfico era el habitual y no hubo complicaciones.

Los atascos fueron importantes, aunque no tuvieron nada que ver con los sufridos el 1 de diciembre y el 26 de diciembre, ambos festivos en el país vecino y que implicó la llegada masiva de portugueses. Entonces, un trayecto que cualquier día del año puede hacerse en 10 minutos se realizó en una hora o más.