Los alergólogos señalan que los síntomas leves se resuelven con poca medicación y recomiendan la vacuna para los casos resistentes
A diferencia de otras provincias, en las que ya saltaron las alertas por la presencia entre otros del polen de cupresáceas, la temporada de alergias se mantiene a raya en Vigo y en la provincia de Pontevedra. El aumento de temperaturas que se registró en las últimas semanas apuntaba a un posible adelanto de la temporada de este año, pero las lluvias pusieron fin a este escenario al arrastrar los granos de polen que se empiezan a acumular en la atmósfera disminuyendo así la intensidad de los síntomas que se podían haber presentado. Esto afirma el alergólogo vigués Luis Arenas. Con todo, los alérgicos deben estar preparados para finales de febrero o principios de marzo y lidiarán con los pólenes hasta mediados de junio.
Arenas explica que las provincias de Pontevedra y A Coruña tienen características similares, mientras que las zonas interiores de Lugo y Ourense responden a un clima más continental. “El polen más importante para nosotros es el de las gramíneas, aunque también hay otros como la parietaria, el plantago y el plátano de sombra”, apunta. En los últimos años están viendo en las consultas un incremento de las alergias a las cupresáceas, principalmente los cipreses que tienen una floración temprana y que se utilizan como cierre de casas o de urbanizaciones.
Las gramíneas son de dos tipos, las que se cultivan, como el trigo, avena, cebada, centeno, maíz y arroz que se explotan para consumo humano y animal y que en la provincia de Pontevedra son minoritarias, y las gramíneas silvestres que son diferentes tipos de hierbas que están en parques, jardines y prados. Explica también que cuando una persona es alérgica al polen de una gramínea es alérgico a todas ellas y que la sintomatología va a depender de la cantidad de polen por metro cúbico.
Los principales síntomas son las rinoconjuntivitis, con estornudos, mocos, agüilla, congestión nasal, picor de ojos o lagrimeo.
Los pacientes que tienen estos síntomas, afectación de la vía aérea inferior, bronquitis de repetición o cuadros con crisis asmáticas deben someterse a un estudio con el especialista. El alérgologo les realiza pruebas cutáneas y a veces análisis de sangre para ratificar y medir el grado de alergia clínica que presenta. Si es un caso leve e intermitente se puede resolver con poca medicación, como sprays que contienen corticoides modificados y antihistamínicos. Pero si las molestias son muy persistentes y el paciente necesita medicación durante esos meses el médico podría proponer el uso de vacunas o inmunoterapia específica. Las vacunas se administran tres o cuatro años y van disminuyendo el nivel de alergia y por tanto los síntomas. En el 85% de los casos son eficaces.
Una de cada cinco personas presenta síntomas durante la primavera
Un 30% de la población va a manifestar problemas de alergia en algún momento a lo largo de su vida. Además, se calcula que una de cada cinco personas presentan símtomas compatibles con alergias durante la primavera. La prevalencia es elevada.
A pesar de que los polenes generan mucha atención y las alergias por esta causa van en aumento, lo cierto es que en el área sanitaria de Vigo la mayoría de las personas con enfermedades alérgicas respiratorias están desencadenadas por alergia a los ácaros. Es por tanto una situación que les afecta durante todo el año y sobre todo en los periodos de mayor humedad.
Los pacientes con síntomas acuden en primera instancia al centro de salud. El médico de cabecera es el que indica la medicación de forma inicial y en caso necesario los deriva al especialista para establecer un diagnóstico y el tratamiento adecuado, aunque hay pacientes que optan por la consulta privada si la lista de espera es elevada o tienen un seguro médico con esta cobertura.
