Llegan a Samil los polémicos “cortavientos” que parcelan la arena

Hace unas semanas la polémica surgió en

por la proliferación de “cortavientos” y otras instalaciones en la arena que parcelan la playa. La Policía Local canguesa comprobó que algunos usuarios habían colonizado el arenal para protegerse del viento y tener una mayor privacidad y procedió a levantar todas las “construcciones” tras recibir quejas de otros bañistas.

En Portugal son habituales, debido a que las playas lusas son en general muy ventosas y resulta difícil permanecer sobre la arena, pero no pasa lo mismo en las Rías Baixas, con calas mucho más protegidas. La normativa municipal en Vigo en principio tampoco permite este tipo de protecciones y solo autoriza las sombrillas y toallas y poco más, incluso las tumbonas tendrían problemas.

En algunas ocasiones también los agentes de la Policía viguesa han procedido a inspeccionar Samil, la Fuente, O Vao y los Olmos y advertir a los usuarios que no se permiten ni tiendas ni otras instalaciones similares. Pero ayer mismo señalaban en la red X que la proliferación sobre la primera playa viguesa es un hecho y cada vez con más extensión cubierta. La polémica está servida y promete convertirse en uno de los asuntos del verano para su tramo final.

Una de las prohibiciones más habituales en la mayoría de las playas de España es la de acampar o dormir en ellas. En algunos casos, por ejemplo, en Valencia, Málaga o Benidorm, dormir e instalar tiendas de campaña en la playa está vetado durante todo el año. En la costa gaditana por su parte, ni siquiera se permite el estacionamiento de caravanas o autocaravanas, aunque estas se encuentren en zonas de estacionamiento público o en los aledaños de la playa. Lo único seguro es que en la Ley de Costas se prohíbe cobrar por acceder a las playas.