La línea Vigo-Ourense del tren del Miño crece pese a su situación

Trenes en la estación de Vigo-Guixar, de donde sale la línea del Miño hasta Ourense.
photo_camera Trenes en la estación de Vigo-Guixar, de donde sale la línea del Miño hasta Ourense.

En 2023 fue la segunda que más viajeros ganó de la red nacional convencional pese a su marginación

El argumento que se ha adoptado para ir marginando los servicios ferroviarios de la línea del Miño entre Vigo y Ourense es que la autovía, que pone al usuario en una hora por carretera entre las dos ciudades, ha dejado fuera de la competencia al tren. Los datos revelados a finales de 2023 de que ese corredor fue el segundo que más creció entre las líneas convencionales de España en viajeros lo desmiente.

 

A pesar de todos los obstáculos que Renfe y Adif ponen al viajero (infraestructura obsoleta, frecuencias incompatibles con la ida y la vuelta en el día, etc), gracias a los bonos recurrentes el uso en la línea Venta de Baños-León-Ourense-Vigo creció un 0,7%. No es un gran incremento, pero sí lo suficiente como para instalarse en el segundo puesto de la red convencional española tras la de Madrid-Alcázar de San Juan-Sevilla-Cádiz, que elevó la circulación ferroviaria un 4,2%.

El tren no siempre se escoge por ser el medio más rápido. Muchos lo prefieren porque es más cómodo, ecológico y económico. Y eso que la línea del Miño se queda cada vez más sola. Este histórico trazado solamente los discurren dos trenes al día por sentido de la circulación, al desviarse la mayoría de servicios que se dirigen a Ourense y Madrid por la línea del Eje Atlántico, con paso por Santiago a través del bypass de Conxo.

La gran apuesta ferroviaria del pacto firmado entre BNG y PSOE que aseguró el voto del partido nacionalista en la investidura de Pedro Sánchez, la implantación de los servicios de cercanías inexistentes hasta la fecha en Galicia,  centra las posibles actuaciones en materia de ferrocarriles a una hipotética mejora de la línea del Miño entre Guillarei y Ourense que será de difícil aplicación en la presente legislatura.

Salida sur

En el apartado de inversiones para las infraestructuras ferroviarias que se desgranan a lo largo del artículo octavo del acuerdo se incluyen dos que  beneficiarían las comunicaciones entre Vigo y Ourense: la salida Sur de Vigo, aunque dicha obra forma parte del plan de conexión del corredor del eje atlántico con la frontera portuguesa y la aceleración de la modernización de la línea Guillarei-Ourense, que está integrada dentro del plan del Corredor Atlántico de Mercancías, pero añadiendo un estudio que permita desdoblar la línea, para que sea de vía doble y convertirla en una línea de ancho estándar, como la red de alta velocidad. Sobre la salida Sur de Vigo, solo hay un estudio sobre el trazado elegido que estará listo en 2025. A partir de ahí tendrían que encargarse proyectos y actuaciones, con el horizonte de 2040, según la UE, que Portugal insiste en acortar.

Con respecto a las dos propuestas que se ponen sobre la mesa para el tramo Guillarei-Ourense resultan poco factibles. El desdoblamiento de la vía ya fue considerado inviable por estudios técnicos anteriores al menos en su totalidad dada la imposibilidad actuar sobre la plataforma ferroviaria en los tramos que bordean el Miño por razones ambientales y migrar al ancho estándar dicha línea la dejaría completamente aislada del resto de la red ferroviaria convencional gallega y de la portuguesa, ya que nuestros vecinos tienen planificada incluso sus futuras líneas de alta velocidad en ancho ibérico, con posibilidad de pasar al estándar en un futuro todavía muy indeterminado .

De todas las proposiciones que, según el acuerdo BNG-PSOE obligan a Pedro Sánchez a cambio del voto de Néstor Rego (del BNG) en la investidura del pasado mes de noviembre, la única que beneficiará de manera práctica e inmediata a los usuarios será el incremento de trenes por sentido que circularían por la línea del Miño hasta cuatro. Distan mucho de los diez que había hace cuarenta años, en 1984 o los seis que comunicaban Vigo, Ourense y Valdeorras hasta febrero de 2020, cuando todavía estaban operativos el diurno al País Vasco y los nocturnos a Madrid y Barcelona. En el mismo epígrafe de restitución de frecuencias se reclama estudiar la necesidad de aumentar servicios, que podría abrir un horizonte de esperanza para esa línea. En teoría, tendría que haber dicho servicio al menos para el área urbana de Vigo. 

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