Los supermercados vigueses registran robos de pastillas de caldo, que se usan para engordar la droga

Los ladrones del Avecrem

“La mujer salió del supermercado con varias tabletas de caldo de pollo Avecrem en los bolsillos”, explicaban desde un establecimiento de alimentación de Gran Vía, tras haber sufrido un hurto. La mercancía que en este caso se había llevado la presunta ladrona fue lo que más llamó la atención de los testigos. “La gente debe estar muy desesperada”, explicaban.
Sin embargo, el robo de pastillas de caldo no es algo nuevo ni anecdótico y tiene una utilidad en el mercado negro mucho más rentable que la de enriquecer los guisos.
De hecho, hace unos años, algunas importantes cadenas de alimentación instalaban seguros antirobos en estos productos, pese a tener un coste bajo, para evitar los hurtos y en 2008, se desarticulaba una importante red a nivel nacional, a la que la Policía llegó a intervenir 174.000 cajetillas con un valor de más de 400.000 euros.
Según explican fuentes policiales, este tipo de productos se utilizan principalmente para lo que se conoce como “cortar la droga” o lo que es lo mismo engordarla para poder vender más gramos y así obtener mayor beneficio.
Principalmente, cuentan, estas pastillas se mezclan con la heroína para aumentar el peso a la hora de vender por gramos en la calle, de tal forma que la persona adicta en realidad sólo acaba consumiendo una mínima parte de droga.
Incluso, aseguran, que ha llegado a emplearse para cortar hachís, aunque en menor medida ya que la mezcla se detecta más fácilmente.
“Al introducir otra sustancia los gramos aumentan y en lugar de sacar 20 euros por una cantidad de heroína se pueden llegar a obtener hasta 60”, aseguran las mismas fuentes.
Debido al escaso coste del producto, los casos que se registran son sólo considerados como pequeños hurtos, hasta el punto de que en ocasiones ni siquiera se llega a interponer denuncia. El ladrón suele actuar de forma individual y llevándose pequeñas cantidades para evitar ser descubierto. En muchos casos, ni siquiera los establecimientos advierten estos hurtos.
No obstante, en este negocio existe un gran riesgo para la salud. La Policía asegura que dicho riesgo no está tanto en el consumo de este producto, que pasa todos los controles sanitarios, sino en las consecuencias que puede llegar a tener para los drogodependientes.
Ese riesgo se produce cuando tras haber consumido droga cortada, el toxicómano accede a una sustancia estupefaciente pura que, aunque no sea en gran cantidad, puede tener riesgos letales, causando el algunos casos una muerte por sobredosis.
La mezcla se hace mayoritariamente en heroína, en la conocida como “sugar brown”, de tono marrón y según los estudios realizados, siempre adulterada con determinadas sustancias.
Para la Policía el corte de drogas es algo que se ve habitualmente, también en Vigo y no sólo con pastillas de caldo sino con otro tipo de sustancias como es el caso, por ejemplo de la cal en la cocaína.
La Fiscalía de Pontevedra, en su memoria presentada hace sólo unos días reflejaba que hubo una disminución de delitos relacionados con el tráfico de drogas no sólo a gran escala sino también a pequeña escala, sin embargo, es un mercado negro que pese a sus horas bajas sigue siendo rentable.
Los datos judiciales reflejan además que hay una escasez de droga en relación con el abastecimiento de años atrás, lo que hace que los precios se disparen.

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