El año no ha comenzado con buenos datos en cuanto a robos en establecimientos comerciales. Según la estadística del Ministerio de Interior, este tipo de delitos se incrementó un 73,7% solo de enero a marzo en relación con el mismo periodo del año pasado. Uno de los sectores afectados es el de las joyerías. La Federación Gallega de Joyeros, Plateros y Relojeros exigió ayer seguridad mostrando públicamente su preocupación ante “los reiterados robos y atracos” de los que están siendo víctimas estos negocios, después del último ataque con gas pimienta en Santiago.
La situación se repite en Vigo y la provincia. “Los robos han aumentado desde la pandemia”, asegura el presidente de la Asociación provincial, Antonio Penín quien lamenta que “a pesar de todas las medidas de seguridad, los delincuentes se las saben todas y logran esquivarlas”. Relata cómo descubrió tras sufrir un robo este año que “utilizan compinches para saltarse el cierre de puertas”. Explica que “entró un individuo, con gorro y mascarilla, gafas de pasta y se llevó una manta de un tirón, no podía salir, pero entonces su gancho llamó actuando de cliente y así fue como pudo salir”. Considera que “son profesionales, que estudian las medidas de seguridad de las tiendas y que actúan en distintos puntos de España”. Resalta que el sector, también golpeado por la pandemia, realiza un desembolso para cumplir las exigencias del Gobierno en esta materia, “la ley nos obligó a cambiar el sistema de seguridad de un 3 a un 4 lo que supone instalar cámaras más modernas y sensores antiinhibición, lo que supone una inversión de 5.000 euros en mejoras”, para lo que cuentan con cierto desahogo gracias a subvenciones de la Xunta.
Antonio Penín añade además que “antes los robos estaban más centralizados en las grandes ciudades, como Vigo, pero ahora también se extienden por el rural, por el entorno, negocios algunos que se plantean si es rentable continuar". La Federación gallega ha lanzado un “basta ya” y solicita modificaciones legales contra delincuentes reincidentes, “en la eterna espera de juicio, siguen en libertad, campando a sus anchas y cometiendo delitos”.
