Joyas ocultas en el Archivo municipal

El documento que se encontraba en el Archivo Municipal de Vigo, y que ahora ha aparecido tras la reorganización de espacios.
photo_camera El documento que se encontraba en el Archivo Municipal de Vigo, y que ahora ha aparecido tras la reorganización de espacios.
La reorganización del departamento permitió descubrir registros cuya existencia era desconocida. La última incorporación es un pequeño fondo documental de la fábrica de papel de Soutorredondo, en Lousame.

Hoy en día está de moda reivindicar el ecologismo en una época de consumismo exacerbado; sin embargo, las famosas tres erres (Reducir, Reutilizar y Reciclar) fueron una constante en siglos pretéritos. La fábrica de papel de Soutorredondo, como todas sus coetáneas, fabricaba su producto mediante el reciclaje de “trapos”, es decir, tela y ropas de algodón, preferentemente. Los trapos se seleccionaban cuidadosamente en función de su calidad, dejándolos a pudrir en depósitos de agua durante varias semanas. Tras su desgajamiento la materia pasaba a su siguiente fase donde los batanes trabajaban el papel. Un canal de agua desviada del río Vilacova movía una noria de madera que a su vez y mediante un sistema de levas accionaba los mazos que golpeaban el género hasta convertirlo en una pulpa con la cual se formaban los pliegos del papel. De hecho el río Vilacova es llamado también de os Batáns, en referencia a las varias fábricas de papel y de otros bienes situadas en este tramo del cauce que empleaban dichos ingenios hidráulicos. Este método de fabricación tradicional permitía obtener un papel de calidad sobresaliente en comparación con los empleados actualmente.

Soutorredondo había sido creada a finales del año 1839, en unos años en que Noia y sus alrededores se había convertido en el polo gallego de fabricación de papel, siendo el principal cliente la Fábrica de Tabacos de A Coruña. Su fundador fue Francisco Antonio Crespo, quien apenas dos años más tarde constituía en Santiago la sociedad “Crespo y Compañía”. Sin duda los años de esplendor de la fábrica de papel serían los primeros tras su puesta en marcha, entre 1843 y 1848, realizando ventas de género en Noia, A Coruña, Pontevedra, Vigo, Ribadeo, Luarca, Gijón e incluso Málaga. En esta etapa la producción estaba bastante diversificada, produciéndose desde papeles de calidad inferior como estraza o estracilla hasta los de mejor calidad, como papel florete o de naipes. El fallecimiento de Francisco Antonio Crespo inicia el declive de la fábrica de papel de Soutorredondo. En 1848 su hijo Antonio Crespo Patiño toma el control de la firma, que tendrá hasta siete dueños diferentes más a lo largo de su historia. La expansión del papel mecánico en la segunda mitad del siglo XIX dificulta la supervivencia de las fábricas tradicionales, cuya competitividad disminuye conforme pasa el tiempo. Así en 1911 Soutorredondo cerrará para abrir de nuevo once años más tarde, esta vez ya con un sistema de maquinaria moderna. Los batanes hidráulicos ya eran cosa del pasado, pero se inauguraba una nueva etapa en la fábrica que se prolongaría hasta 1969.

La documentación de la fábrica de papel de Soutorredondo es un conjunto pequeño, compuesto de 20 expedientes entre 1840 y 1908, todos ellos en papel. La temática de los mismos es administrativa y contable, vinculada a la gestión de la sociedad. Destacan por su importancia los inventarios de los bienes de la fábrica o el libro copiador de correspondencia, que recoge resúmenes de las cartas escritas y recibidas por su director entre 1848 y 1960. Los registros han aparecido donde menos se les esperaba, dentro de una colección mucho mayor donada hace años por José María Álvarez Blázquez, quien fuera cronista de la ciudad de Vigo. Hasta ahora se pensaba que dentro de la colección se encontraba únicamente documentación perteneciente a los Condados de Ramirás y de Ximonde, constituyendo un fondo señorial y patrimonial de gran importancia para el estudio de la historia gallega, y cuya antigüedad se remonta hasta 1452. Un reciente proyecto de descripción de dicho fondo, desarrollado por la empresa Servicio Móvil y con cargo a los fondos del Ayuntamiento de Vigo, ha posibilitado el hallazgo. La actuación pondrá a disposición de los investigadores fuentes históricas inéditas en su mayor parte, consolidando el Archivo Municipal de Vigo como uno de los más destacados del país y demostrando la utilidad pública de las inversiones realizadas en materia de organización y descripción archivística.

Te puede interesar