El buen tiempo de este mes de marzo aceleró la floración de los cerezos en la parroquia, donde temen que las lluvias intensas previstas para Semana Santa arruine la cosecha
Cada año, miles de viajeros visitan Japón para disfrutar del país cuando exhibe sus mejores galas, durante la "Sakura", la floración de los cerezos que los japoneses celebran con el festival del "Hanami". Sin embargo, este espectáculo floral también se puede disfrutar en la propia ciudad de Vigo, concretamente en la parroquia de Beade, que cada año celebra la Fiesta de la Cereza y se ‘cubre’ de ese manto blanco durante la primavera.
Con todo, este año la floración de los cerezos se ha acelerado y en esta parroquia comentan que el mayor esplendor de la flor de los árboles llegará esta misma semana, justo antes de las festividades de Semana Santa. En las plantaciones de más de 1.200 cerezos (algunos de ellos destinados a cosechar su fruto y otros para recolectar madera) del monte de Beade se pueden encontrar ya muchos árboles en flor, ya preparados para dar paso a la famosa ‘picuda’, la cereza autóctona de esta parroquia.
Pero la previsión meteorológica para Semana Santa tiene en vilo a los habitantes de la parroquia que se dedican a cultivar estos frutos, ya que unas lluvias demasiado intensas o vienteos muy violentos podrían arruinar la cosecha. “Si la flor se echa a perder, repercute mucho en el fruto”, indica Fabián Bastos, director del Centro Cultural de Beade y vicepresidente de la Asociación de Vecinos de esta parroquia, que organiza cada año la Fiesta de la Cereza y que está llevando a cabo una campaña de repoblación de cerezos para que todas las casas de la zona cuenten con uno y la ‘sakura’ se pueda ver “desde que uno entra a la ciudad”, ya que Beade se encuentra en una de las laderas de los montes que rodean Vigo.
El año pasado repartieron medio centenar de cerezos a vecinos y este año tenían previsto repetir esta acción, pero hubo “varios problemas logísticos”, recalca Fabián, pero en la Asociación son conscientes de la gran acogida que tuvo y lo repetirán en cuanto puedan, ya que la mayoría de los cerezos de la parroquia son ya muy viejos y es necesario repoblar.
