Ismael Serrano Morón (Madrid, 1974) es un cantautor español que hizo su aparición en los años noventa. Bebiendo de las fuentes de Serrat, Joaquín Sabina o Silvio Rodríguez, presenta en Vigo el próximo 3 de febrero su 18º trabajo, “La canción de nuestra vida” en el teatro de García Barbón. Una extensa carrera profesional de más de 20 años, con trazas de poesía en su música pero siempre en referencia a las causas sociales, sean dentro o fuera de las fronteras españolas.
No es su primera vez en Vigo. ¿Cómo le trata el público vigués?
Siempre de maravilla. He venido todos los años en el cual he presentado disco, creo recordar que ya son 26 años viniendo aquí. Y siempre muy bien. En este teatro ya actué recientemente y me gusta el calor que dan. Además, para un madrileño siempre es interesante visitar zonas de costa y añorar lo que no tenemos en Madrid.
Su gira tiene por título “La canción de nuestra vida”. ¿Ya la ha encontrado?
Este trabajo se centra en una búsqueda definitiva, aunque a los casi 50 años ya, todavía puedo añadir un par de notas. La canción está en permanente construcción, y con ello quiero reivindicar que todavía se siguen viviendo experiencias. Nunca se deja de aprender. La mayoría de los músicos, cuando llegan a una edad, ven el paso del tiempo como una pérdida. Con este disco, lo que quiero es reconciarlo con ello.
Es innegable que su sonido tiene mucha relación con otro que ya vimos en artistas como Serrat, Sabina o Silvio Rodríguez. ¿Le molesta esa comparación?
Crecí con ellos, reivindico su legado. Vivimos un tiempo donde el cantautor ya no está de moda, pero han escrito gran parte de la música y canciones de nuestro país. He aprendido a tocar con ellos, a escucharlos. Es un honor seguir su estela en un momento donde se estigmatiza al cantante.
La música forma parte del arte, aunque también ha escrito guiones de cine o libros. ¿Cuál le gusta más como expresión artística?
Lo que me gusta es contar historias. Obviamente he centrado mi carrera en la canción, pero también estuve con la escena teatral. Escribí mucho teatro, porque me apasiona poner el escenario en otro lugar, una narrativa diferente a la que se logra con las canciones. La figura del cantautor también tiene mucho que ver con el periodismo, porque se compromete con un testimonio. Por algo también le llaman canción testimonial. Creo que así se puede mostrar una narrativa más allá de lo convencional.
Y por ello también se centró en la canción reivindicativa.
Es una lucha con la realidad. La hago para calmar un poco la confrontación. Pero, sobre todo, para acompañar con la música en un mundo donde tenemos momentos en los cuáles nos sentimos solos y convertirlo así en un terreno más amable.
En 2021 compone una canción en apoyo a la candidatura de Pablo Iglesias en Madrid. ¿Cómo recuerda ese trabajo?
Participé por convicción, porque en Madrid era necesaria una alternativa al gobierno que sigue en el poder. Ahora me cuesta más realizar temas así, porque me encuentro sumido en la melancolía que están dejando los partidos políticos de la izquierda. Se encuentran en una eterna disputa y creo que como yo lo vemos muchos ciudadanos.
Fue protagonista involuntario en el debate de investidura al citar Feijóo un verso suyo y atribuirlo a Antonio Machado. ¿Cómo lo vivió?
Me enteré por las redes sociales. A nivel de promoción no me vino mal, pero fue triste algo así en un momento tan importante para la historia de este país. El ambiente estaba tan crispado que hubo que aferrarse al chiste.
