Entre la incomprensión y la indignación se mueven los principales agentes económicos de Vigo y las fuerzas sindicales del ámbito ferroviario tras el anuncio de la nueva programación de Renfe. La operadora ferroviaria deja a la ciudad con menos frecuencias directas con Madrid a pesar de pone en marcha desde el martes el tramo de Alta Velocidad entre Zamora y Pedralba. Así obliga a los pasajeros vigueses a realizar cambios de trenes en Santiago o León, con duraciones de los viajes que van desde las 5 horas y 45 minutos hasta las 8 horas y media en algún caso, la más elevada de todas las ciudades gallegas.
“Otra vez Vigo se queda como ciudad periférica, olvidada y desconectada con Madrid a pesar de que se promete el AVE desde hace 30 años”, afirma Jorge Cebreiros, presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP). A su juicio, la situación es “indignante” y aunque Renfe puede asegurar que se trate de algo provisional “no hay nada más definitivo que lo provisional”. “No entendemos unas frecuencias tan extrañas ni que no haya las conexiones pertinentes con otras ciudades en esta programación. Es un doble castigo, en tiempos y en servicios, que afectará tanto a pasajeros como mercancías”, zanja Cebreiros, quien considera que si finalmente Portugal apuesta fuerte por la conexión la alternativa para llegar de forma eficiente a Madrid será a través del país vecino.
El problema de movilidad ferroviaria en Vigo es “algo que ocurre en toda Galicia” según el secretario general del Eixo Atlántico, Xoán Vázquez Mao, por lo que considera necesario “sentarse a la mesa y discutir qué infraestructuras son necesarias” para hacer “presión” en Madrid. “En el caso concreto de Vigo, en esta decisión de Renfe se suma que haya quienes no quieren que el tren a Madrid vaya por Santiago”, reconoce.
Por su parte, las principales fuerzas sindicales del sector ferroviario coinciden en señalar que la exclusión de la estación de Guixar en la nueva frecuencia entre Madrid y Pontevedra es un “sinsentido” por parte de Renfe. “No entendemos que se ponga un servicio nuevo y que no salga desde la ciudad más importante de la provincia”, indica Juan Francisco Sánchez Losada, portavoz del sector ferroviario de CGT.
Desde el sindicato proponen incluso emplear la llamada “variante de Conxo” para articular los trenes que conectan las ciudades de la provincia con la meseta sin hacer la entrada y parada obligatoria en la estación de Santiago de Compostela. “Supone una pérdida de tiempo el cambio de cabina en Santiago y con la variante de Conxo, ganan Vilagarcía y Pontevedra en esta nueva frecuencia”, añade. El portavoz del sector ferroviario de CGT asegura que “las vías de Alta Velocidad sólo llegarán a Ourense y se necesita vertebrar un mejor servicio en la red convencional, siendo esencial la mejora en la línea del Miño con la salida sur por Urzaiz hacia Oporto y Ourense”.
Desde el Sindicato Ferroviario, su portavoz provincial, José Carlos Costoya, recuerda que “con la pandemia se quitó el tren directo a Madrid por la mañana” y admite que la nueva línea podría conectarse perfectamente con Guixar. “Vigo mueve más pasajeros que Pontevedra y esto no se entiende. Además, la nueva línea no garantiza el transbordo con Santiago que sí tiene A Coruña. Puede ser una decisión política y que se esperen a la inaguración de la nueva estación de Urzaiz, pero los trenes que van a usar –los modelos S-730–pueden viajar con diésel desde Pontevedra”.
Sin transbordos garantizados y viajes de más de ocho horas de duración
La nueva programación ferroviaria coloca a Vigo en uno de los peores escenarios posibles con un sólo tren directo con Madrid por sentido. Pese a la reducción de media hora en la duración del trayecto, con los transbordos, los viajeros que parten desde Guixar deben cambiar de tren tras esperar en Santiago casi media hora. En peor situación se encuentra quienes regresen de Madrid a las 14,40 horas, con llegada después de las 23 horas luego de hacer transbordo en León: casi ocho horas y media de viaje.
Mientras Vigo con cerca de 300.000 habitantes en la ciudad y otros 150.000 en su área de influencia cuenta son sólo cuatro trenes en su conexión con Madrid, dos por sentido; Pontevedra mantiene cinco frecuencias –cuatro directas–, Santiago ocho –la mitad, trenes directos– y Ourense cuenta con nueve servicios, ocho directos. Además del reducido número de trenes en esta conexión con respecto a otras ciudades gallegas, los horarios establecidos son perjudiciales para los viajeros vigueses por el poco margen de tiempo –como en el primer tren Pontevedra-Madrid, donde los pasajeros desde Vigo llegan unos 3 minutos antes de su salida a la estación pontevedresa– o por que no hay una oferta nocturna de trenes media distancia –el nuevo tren directo de Madrid llega a Pontevedra a las 23,35 horas y el último Madrid-Santiago finaliza trayecto a las 22,52 horas–.
