Una publicación recupera la presencia de las organizaciones católicas en las movilizaciones obreras que paralizaron la ciudad y retaron al franquismo hace 50 años
“Las organizaciones obreras nos uníamos a las reivindicaciones que se hacía desde los sindicatos, lo veíamos como lo más normal del mundo, estábamos con los más débiles como nos dicen los Evangelios”.
Luis Calvo, trabajador jubilado de Citröen, es el responsable de la Hermandad de Acción Católica en Vigo, que hoy, a las 20:30 horas, presentará en el Sagrado Corazón el cuadernillo “A presencia da Igrexa nas movilizacións obreiras de 1972 en Ferrol e en Vigo” con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (ITD). Calvo, que participó activamente en la huelga, asegura que existía una cooperación real entre las agrupaciones católicas y los sindicatos, que no estaban legalizados durante el franquismo, “les facilitábamos lugares para reunirse, incluso en los locales de las parroquias, discrepábamos en algunos aspectos ideológicos con comunistas, socialista y con los anarcosindicalistas, pero como trabajadores, compartíamos las reivindicaciones laborales”.
Reconoce cierta nostalgia al recordar ese objetivo común: “En aquel momento había una unidad de acción y una solidaridad que hizo posible los quince días de huelga en Vigo y la anterior en Ferrol”. Lo que fue más doloroso fue la represión que vino después. “Fue brutal, trajeron a policía de fuera para que no tuvieran reparos, hubo mucha gente encarcelada y torturada; no fue agradable, pero creo que hay que recordarlo todo”. Luis Calvo considera que la lucha mereció la pena, “aunque no se consiguieron inmediatamente, propició muchos logros posteriores como la legalización de los sindicatos, la reducción de la jornada y mayor seguridad laboral, con el tiempo se obtuvieron muchas cosas que hemos ido perdiendo después”.
Con respecto a la situación actual, considera que la gravedad es similar a la del 72, pero de carácter diferente marcado por la temporalidad. “Ahora se resuelven los conflictos de forma individual, acudiendo a una asesoría jurídica, con lo que no hay logros colectivos”.
El cuadernillo desmonta en parte la idea de una Iglesia colaboracionista con el régimen. “Hay que distinguir la jerarquía de los cristianos de base; la mayoría de arriba estaba con los poderosos, algo que cambió mucho, ya que el Papa Francisco reivindica el apoyo a los que más sufren, tenemos que ser su voz”.
Estas publicaciones de la Iglesia en el 72 se engloban en las Jornadas por el Trabajo Decente, reivindicando un trabajo digno, que se conmemora mañana, por el que se celebrará una vigilia de oración en el Cristo de la Victoria. Además se oficiarán cuatro liturgias este fin de semana (el sábado, a las 20 horas, en el Sagrado Corazón y en NS de As Neves; y el domingo, a las 12:30, en el Cristo da Victoria y en la Inmaculada Concepción).
