Un grupo de manifestantes interrumpieron el pleno a grito de “Vitrasa solución” y lamentan que la empresa no quiera volver a negociar
La huelga indefinida de los trabajadores de Vitrasa vivió ayer su primera jornada laboral. Con unos servicios mínimos que reducen a la mitad los autobuses que circulan por la ciudad, las esperas en las paradas más céntricas en hora punta estuvieron a la orden del día, los buses repletos provocaron retrasos en estos horarios reducidos y, como viene siendo habitual, las líneas de la periferia acumulan períodos de más de dos horas sin que pase un solo autocar por sus paradas. Una situación que se agrava con el elevado número de personas que acogerá Vigo durante la época navideña.
Los trabajadores de Vitrasa volvieron a llevar sus protestas contra la empresa concesionaria del autobús urbano al pleno de la corporación. Un grupo de manifestantes accedió ayer al salón de plenos del Concello e interrumpió la sesión plenaria al grito de “Vitrasa solución” y pidiendo que se le retire la concesión a la actual compañía. Tras unos instantes de tensión, la teniente de alcalde Carmela Silva, que en ese momento presidía el pleno, les pidió que abandonaran la sala si continuaban gritando. Tras esto, continuaron sus protestas en Praza do Rei. El portavoz del comité de empresa, Imanol Arnoso, elogió en declaraciones a este periódico el buen seguimiento de las movilizaciones por parte de la plantilla porque “no ha salido nadie a trabajar fuera de los servicios mínimos”. Además, lamenta que no haya “ningún tipo de acercamiento” tras la mediación del pasado viernes.
A este respecto, según fuentes municipales, la empresa no sólo ofreció a cambio de suspender los paros un calendario de negociaciones cerrado para solucionar el problema antes del 31 de diciembre, sino también la retirada de los expedientes sancionadores y la devolución del dinero a estos trabajadores expedientados.
