La verdadera historia del tren en Vigo: 140 años, cuatro estaciones y un poema

Reconstrucción de la antigua estación de tren en Vialia. // Vicente Alonso
photo_camera Reconstrucción de la antigua estación de tren en Vialia. // Vicente Alonso
La primera estación de tren de Vigo empezó a construirse en 1863. Hubo que esperar casi 20 años para que saliese de ella una locomotora con destino a Ourense, la primera línea férrea de la ciudad

"Sones de música y estallido de cohetes arrancó de la estación viguesa el primer tren con destino a Ourense". Así lo recogió el cronista Xosé María Álvarez Blázquez la inauguración de la primera línea férrea que unía Vigo y Ourense. Las obras comenzaron en 1863, tres años después de que el Gobierno aprobase el proyecto presentado por el ingeniero Javier Boquerín.

18 años de construcción, un brindis y un banquete

Las obras finalizaron en 1878 -aunque la línea completa no estuvo en funcionamiento hasta 1881-, tras 18 años de construcción que parecían interminables. Incluso Curros Enríquez denunció esa lentitud. El poeta de Celanova escribió unos versos para intentar alentar a la empresa constructora: "Desperta, empresa / do Noroeste / sai do teu sono apresa".

A pesar de las críticas a la parsimonia con la que se construyó esa primera vía férrea, Curros también celebró -en forma de poema- la llegada del tren a Ourense: "Vela... ¡ahí ven'... vela... 'ahí ven tan loupada! / tan milagrosiña, con pasto tan meigo / que parece unha Nosa Senhora / ¡unha Nosa Senhora de Ferro!". 

Aunque la línea completa no estuvo terminada hasta 1881, había pequeños fragmentos en los que sí circulaban trenes. El primer ferrocarril que recorrió Galicia fue 'El Compostelano', inaugurado el 15 de septiembre de 1873, que unía Carril con Santiago de Compostela. Dos años después, el 10 de octubre de 1875, entra en funcionamiento la línea entre A Coruña y Lugo. Para septiembre de 1883, el tren ya llegaba hasta Palencia, con paradas en Lugo y Monforte.

Plaza de la Estación de Urzáiz en la primera mitad del siglo XX

Plaza de la Estación de Urzáiz en la primera mitad del siglo XX. 

El 18 de junio de 1881, una locomotora y tres vagones descubiertos salieron de Vigo con destino Ourense a las 06:40 horas. El tren se vistió de gala para la ocasión, reluciente y decorado con banderines. Durante el trayecto, el ferrocarril se detuvo en todas las estaciones. 

Según la prensa de la época, en la estación de Ourense esperaba un templete que protegía del sol a todas las autoridades de la ciudad que habían acudido a contemplar el gran acontecimiento, mientras que los curiosos que se habían acercado a recibir al tren aguardaban en otro andén. Y, por último, un brindis y un banquete para celebrar "la unión de los pueblos que venían a reforzar el proceso técnico". Este trayecto costaba 7,25 pesetas, poco más de cuatro céntimos.

En 1884, se entró en funcionamiento la línea entre Vigo y Pontevedra, con billetes a 1,65 pesetas, unos 0,0075 céntimos. 

La llegada del tren a Vigo formó parte de un política nacional para la mejora de las comunicaciones. Además, facilitó la conexión entre Galicia y el resto de España, sobre todo en lo referente al transporte de mercancías.

Una estación de primera categoría 

En el plan que elaboró el ingeniero Javier Boquerín en 1860, la estación de Vigo estaba clasificada como de "primera categoría", mientras que la de Ourense era de segunda. La estación se estaba construyendo en lo que en aquel momento eran las afueras de Vigo. Cara finales del siglo XIX la ciudad experimentó un aumento exponencial en la población, debido principalmente al crecimiento industrial de la época. En 1878, las casas más cercanas estaban a 500 metros de la edificación de Urzáiz. 

La construcción inicial tenía forma de U. El ala estese utilizaba como edificio de viajeros, el tren se introducía en el interior para que los ciudadanos pudiesen esperar resguardados. En 1923, se produjo una remodelación que cubrió el espacio que había entre las dos alas.

Décadas más tarde, en 1987, se construye un segundo edificio detrás de la estación original. El diseño de Boquerín queda en desuso y surgen multitud de debates acerca de cual puede ser su nueva función -se barajó la posibilidad de que se convirtiese en un conservatorio-. Por un momento, el Concello de Vigo llegó a plantearse su derribo para realizar una reforma en plaza. Sin embargo, un informe elaborado por el arquitecto Jaime Garrido consiguió que la estación de ferrocarril fuese declarada Bien de Interés Cultural en 1992.

La nueva era del tren: Guixar y Vialia

Con la llegada del nuevo siglo, se desmonta la estación y se almacenan las piedras en Redondela. El 27 de agosto de 2011, Urzáiz deja de estar en funcionamiento y se derrumba el edificio construido en 1987. A partir de ese momento, son los andenes de Vigo - Guixar los encargados de comunicar la ciudad con el resto de España.

Las principales fuerzas sindicales del sector destacan que Guixar podría incluirse perfectamente en las nuevas frecuencias con Madrid.

Guixar nació como una estación provisional, mientras se preparaba un nuevo proyecto en Urzáiz para acoger la llegada de la alta velocidad. Ese proyecto es Vialia, una estación de tren integrada en un centro comercial y demás opciones de ocio, cuya inauguración está prevista para el 30 de septiembre de este año. Las piedras de la edificación de tren almacenadas en Redondela están actualmente en Vialia, dónde se reconstruirá la fachada de la estación desde la que partió el primer tren de Vigo. 

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