La Puerta del Sol de Vigo cumple 365 años: esta es su historia

La Puerta del Sol a principios del siglo XX. // Cedida
photo_camera La Puerta del Sol a principios del siglo XX. // Cedida
Protagonista de varios acontecimientos históricos de la ciudad, antes de conocerse como ahora tuvo al menos otros cuatro nombres

La Puerta del Sol es una de las plazas más emblemáticas de toda la ciudad. A pesar de que ahora vive una de sus mayores transformaciones y la inundan excavadoras, cascos de obra y chalecos reflectantes, los cambios que ha sufrido en sus más de 300 años de historia no son pocos. Se calcula que empezó a construirse en el siglo XVII, alrededor del año 1656. La plaza fue testigo de innumerables acontecimientos históricos que tuvieron lugar en Vigo: la inauguración del alumbrado de gas en 1789, el del eléctrico casi 20 años después, los entierros de célebres vigueses como Ricardo Mella o García Barbón e incluso la proclamación de la Segunda República.

Fuentes, mercados y militares: los cinco nombres de la Puerta del Sol

El nombre viene dado por su orientación al naciente, por donde amanece. También se dice que había un sol esculpido en lo alto del dintel. Sin embargo, no siempre se conoció con esta denominación. Para entender todos los cambios que ha vivido, es necesario remontarse un par de cientos de años atrás. En el siglo XVII, Vigo todavía era una villa amurallada y la Puerta del Sol era una de las seis entradas a la ciudad.

Las demás puertas -Gamboa, Laxe, Ribera, Placer y Falperra-, tenían como función principal dar salida -o entrada- a las poblaciones colindantes. Mientras tanto, la del Sol servía para dar acceso a la Fuente de los Tornos. Los vecinos de los barrios cercanos recurrían a esta plaza, conocida durante mucho tiempo como Puerta de los Tornos, en busca de agua o para lavar la ropa. El concepto de Puerta del Sol surge por primera vez en 1874, cuando se realiza una división de la ciudad en cuatro bloques diferenciados. Aparece en el segundo distrito con el nombre de 'Plazuela del Sol'.

Puerta del Sol

La Puerta del Sol a principios del siglo XX. // Cedida

Empezó a construirse a mediados del siglo XVII, al mismo tiempo que la muralla que protegía la villa de Vigo de ataques e invasiones. La Puerta del Sol aparece en un plano de Simancas del año 1669 que delimita toda su extensión. Para 1773, la plaza volvía a aparecer en un plano de la ciudad con el nombre de Puerta de los Tornos. Al norte, en el exterior, se encontraban un descampado y el barrio del Salgueiral. En este hueco vacío entre el barrio y la puerta se celebraba un mercado semanal de cerdos y carneros, que hizo que durante mucho tiempo se conociese a la Puerta del Sol como Puerta de los Carneros

Sin embargo, Puerta del Sol, de los Torneros o de los Carreros no fueron las únicas nomenclaturas que denominaron esta plaza. El 20 de julio de 1936, una multitud se congregó alrededor del militar Antonio Carreró, encargado de declarar el Estado de Guerra en Vigo. Tras la protesta de un grupo de disidentes, la Puerta del Sol fue testigo de la primera matanza de la Guerra Civil en Galicia. Durante más de 40 años, se llamó Plaza del Capitán Carreró en honor de este militar, aunque el título volvió a cambiar con la reformulación del callejero vigués de 1981. 

De mercado humilde a centro neurálgico del comercio

En la década de 1870, el crecimiento exponencial de la población generó mayor actividad en la plaza. Vigo necesitaba un lugar cubierto en el que poder instalar un mercado de frutas y legumbres. El Ayuntamiento encargó su construcción a la izquierda de la Puerta del Sol, donde ahora se encuentra el antiguo edificio de Almacenes Simeón. En 1878 se aprobó la liquidación de las obras. El proyecto del mercado costó 15.931 pesetas (algo más de 95€). Estuvo en funcionamiento durante 25 años, ya que en 1904 se vendió el terreno a la familia Simeón por 18.000 duros. La venta de legumbres y frutas se trasladó al mercado de A Laxe y años más tarde al del Progreso.

Durante toda su historia, la Puerta del Sol estuvo al servicio de la circulación. Como consecuencia, se remodeló en varias ocasiones para mejorar el tráfico de coches de bueyes, caballos y más tarde de vehículos, que necesitaban tener acceso al resto de carreteras de la ciudad. El cambio más drástico se produjo en el año 1914, con la llegada del tranvía a Vigo. La ciudad necesitaba entonces una transformación urgente que permitiese la instalación y circulación del transporte público. 

Porta Sol Pacheco 2390

La Puerta del Sol a mediados del Siglo XX. // Cedida

Después de siglos de mercados de todo tipo, la Puerta del Sol se convirtió en el centro neurálgico del comercio. A su alrededor se levantaron multitud de edificios promovidos por la burguesía comerciante de la época. Aún hoy se conservan los antiguos Almacenes Simeón -una casa comercial-, construidos en 1908 en el terreno que antes ocupaba el mercado de frutas y legumbres, diseñado por el arquitecto Manuel Gómez Román. 

Otro de los locales comerciales más emblemáticos era La Villa de París, diseñada por el afamado arquitecto Jenaro de la Fuente. La tienda era propiedad de Teodoro Gómez y vendía únicamente productos de calidad relacionados con el mundo de la moda, dejando entrever cómo la Puerta del Sol comenzaba a ser el lugar de preferencia para los comerciantes y la burguesía de la época. Incluso su nombre, La Villa de París, manifiesta la estrecha relación que había entre la tienda y París, la capital de la moda por excelencia. Trágicamente, el edificio fue demolido a mediados de la década de 1970. 

Un poco más abajo se encuentra el Edificio de Oficinas y viviendas Salgueiro, promovido por las sobrinas de García Barbón. Mezcla el estilo racionalista con el art decó y fue diseñado por Romualdo de Madariaga. Su construcción finalizó en 1934. Más arriba, en Policarpo Sanz, se levantó el edificio Moderno, diseñado por Michel Pacewizc y construido en 1902. Es conocido como Edificio Moderno por albergar un hotel del mismo nombre, propiedad del productor de cine Cesáreo González.

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Anuncio publicitario del Gran Hotel Moderno. // Cedida

El 'Sireno': 30 años de un icono

Este 2021 Vigo está de aniversario. El 'Sireno' cumple 30 años; uno de los monumentos más populares y polémicos de la ciudad olívica. Es obra del escultor Francisco Leiro (Cambados, 1957). Fue un encargo de Manuel Soto, alcalde de Vigo de 1979 a 1991, quien durante su mandato decidió llenar la ciudad de obras artísticas. 

El proyecto que se había planeado para la Puerta del Sol distaba mucho del 'Sireno'. Manuel Soto y el concejal de Urbanismo, Francisco Santomé, le habían encargado a Leiro una fuente de 12 metros de diámetro con tres isletas adyacentes. Tras meditarlo mucho, el escultor decidió que un monumento de esas dimensiones no encajaba en una plaza tan estrecha. 

El famoso Sireno de la Porta do Sol, obra emblemática de Francisco Leiro.

Una imagen de archivo del 'Sireno' de Vigo.

Tiempo después, un híbrido entre hombre y pez de acero inoxidable, cuatro toneladas de peso y siete metros de largo se colocó en la Puerta del Sol. Aunque eso no era todo: la escultura se erigió sobre dos columnas de granito de 12 metros de altura que coronan la plaza.

La figura fue controvertida desde el primer momento. Los vigueses estaban horrorizados, la definían como un "adefesio". A pesar de toda la polémica que levantó a su paso, el 'Sireno' lleva ya 30 años en la ciudad y, ciertamente, sería imposible imaginar Vigo sin él. 

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