Gran consternación en el mundo del hip hop vigués por el fallecimiento repentino de SLY, que fue despedido ayer por familiares y amigos en su ciudad.
Fue definido como representante insustituible de la cultura urbana viguesa, cliente empedernido de la hostelería más exótica y sobre todo como apoyo incondicional de cualquier proyecto que despertara su curiosidad, que era infinita. Extravagante y vanguardista, se fue demasiado pronto, pero deja una huella imborrable en Vigo, que era su ciudad.
SLY falleció de manera repentina por una enfermedad que acabó con él cuando tenía 42 años. En su vida más privada, SLY trabajaba en una empresa auxiliar de automoción. Era natural del barrio de Hispanidad, donde también era muy querido él tanto como su familia, conocida por un famoso bar que regentaron en los 90, el Capiz. Sus numerosos amigos aseguraban ayer consternados que las verdaderas leyendas nunca mueren “y él lo era”.
