El Halo entra en su recta final para estar listo en dos meses

Estado actual del ascensor Halo, ya sin apeos y sujeto por su estructura mientras se trabaja en la cubierta.
photo_camera Estado actual del ascensor Halo, ya sin apeos y sujeto por su estructura mientras se trabaja en la cubierta.
El enorme ascensor se sostiene sobre sus apoyos definitivos mientras se instala la cubierta de cristal. El Concello prevé que esté operativo para el inicio de la campaña de Navidad

El nuevo ascensor Halo, que conectará la zona de García Barbón con Vía Norte a través de una pasarela semicircular, afronta ya la fase final de la obra. Según las previsiones del Concello podría estar finalizado en los próximos dos meses, con el objetivo fijado para que esté operativo durante la próxima Navidad, cuyas celebraciones empiezan en noviembre. Los trabajos continúan en el ascensor, pero se centran ya en el acabado de la pasarela, cubriendo su estructura metálica con las planchas de color blanco que darán la imagen definitiva de este nuevo elemento del Vigo Vertical.

 

 

Otro de los aspectos que hacen que el Halo muestre ya una imagen casi definitiva es que ya se sostiene tan solo sobre sus tres apoyos definitivos, la torre de los ascensores y los dos pilares anexos a Vialia. Durante el montaje de la estructura, el anillo del Halo, de 700 toneladas de acero, se izó sobre una serie de apeos provisionales que ya han sido retirados tras un complejo proceso.

Durante los trabajos para retirar estos soportes, la estructura del Halo se deformó bajo su propio peso llegando a bajar en el punto central hasta 127 milímetros, algo previsto al estar fabricado con una deformación contraria hacia arriba de forma previa para que la pasarela quede perfectamente horizontal.

La retirada de los apeos se llevó a cabo de forma nocturna durante tres noches al situarse sobre la autopista, con el objetivo de poder maniobrar en la zona con los medios necesarios. El descenso en cada apeo se realizó con la ayuda de unos gatos hidráulicos para que fuese controlado y gradual. Desde la empresa constructora señalan que el procedimiento se realizó con una precisión mayor del 96%.

Ahora continúan los trabajos de instalación de los cerramientos y acabados que incluyen la colocación de 136 paneles de vidrio. Una vez finalizada toda la infraestructura, se realiza la prueba de carga en la que con hasta cien sacos de arena de una tonelada se simula la sobrecarga de uso a la que se someterá el Halo durante el servicio y se comprueba su comportamiento y deformaciones para garantizar la seguridad. Además, una vez ya abierto también habrá un seguimiento continuado del desempeño de la estructura a través de un sistema de instrumentación para monitorizar su comportamiento con acelerómetros, flexímetros y otros instrumentos.

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