La terminal de Guixar ha comenzado 2022 como terminó el pasado año, con un incremento muy llamativo de su actividad, que se pudo constatar ayer de forma gráfica con la presencia de tres grandes portacontenedores que cubrieron la práctica totalidad del muelle principal, que llegó al tope de su capacidad. Entre los tres sumaban más de 600 metros para un total de 769 disponibles en la plataforma comercial más importante de la Autoridad Portuaria. Se dio la circunstancia de que operaron de forma simultánea, moviendo más de 700 contenedores, un volumen muy importante para una sola jornada, como confirmaban fuentes portuarias.
Hay que remontarse a octubre del pasado año para encontrar un tráfico tan intenso en un solo día. En concreto, ayer operaron el “Detroit Express”, de 228 metros, con mercancía en depósitos de la naviera Hapag-Lloyd; el “Kourou”, de 190, con contenedores de CMA-CGM, y el “Golden Karoo”, de 200 metros, perteneciente a la línea MACS. Antes, otro buque había realizado operativos, el “Atlantic Green”, de la compañía marítima WEC, otra de las que mantiene un tráfico regular con Vigo.
Los trabajos de estiba y desestiba se alargaron durante todo el día, con la previsión de finalizar en torno a las 20 horas, en que se pudo despachar toda la carga. El puerto de Vigo mantiene actividad permanente en sus muelles, 24 horas y los 365 días, a menudo con trabajo nocturno que llama la atención.
HACIA EL COLAPSO
Los movimientos de ayer confirmarían que en condiciones normales y si no se producen circunstancias imprevistas, 2022 será un ejercicio aún mejor que 2021, que en tráfico de contenedores se colocó en sus registros históricos. La otra cara del éxito es que la Autoridad Portuaria estima que a este ritmo la terminal marítima que gestiona Termavi alcanzará su colapso en el plazo de tres años. Guixar se encuentra en cifras históricas: nunca a lo largo de su actividad ha movido tanta mercancía como en 2021, con un incremento del 11 por ciento sobre el ejercicio anterior, que había sido bueno, y unas perspectivas todavía mejores para el 2022 que acaba de iniciarse. El éxito, como ya advirtió el presidente del Puerto, conlleva un problema grave: la terminal ya ha sufrido episodios “puntuales” de congestión por falta de espacio y exceso de trabajo a despachar. Como se prevé que continúe creciendo la actividad en contenedores a este ritmo, en 2025 la terminal llegaría a sus máximas posibilidades con su actual superficie. Puerto y comunidad portuaria ya alertaron sobre que sin más espacio se producirían congestiones y saturación, con menores rendimientos y calidad en el servicio, aspectos que las navieras tienen muy en cuenta a la hora de planificar sus estrategias y optar por cambiar a otro puerto para optimizar su cadena logística.
