Giorgi Dinev nació en Yambol (Bulgaria). En 1995 debutó en el escenario del Teatro Nacional de Música Stefan Makedonski de Sofía. A partir de ahí se forzó una carrera de más de 500 conciertos por todo el mundo. Estará en Vigo el domingo, 10 de marzo, interpretando a Otelo.
¿Primera vez en Vigo?
Sí, esta es mi primera vez en Vigo y me gustaría agradecer a la productora por la oportunidad de cantar en este hermoso auditorio. Será una maravillosa audiencia de ópera.
¿Qué lo sedujo del canto y la ópera?
El motivo para empezar a interesarme por la ópera fue el concierto de los Tres Tenores en Roma, el 7 de julio de 1990, con motivo del Campeonato Mundial de Futbol y leer mucho la biografía de Caruso. Después de eso, escuché todos los discos de tenores que pude encontrar y quise ser uno de ellos.
Una profesión que le ha servido para viajar por todo el mundo.
Nuestra profesión se podría llamar "viajeros profesionales", aunque siempre que tenemos tiempo entre ensayo y ensayo intentamos ver el lugar. Siempre encuentro tiempo para explorar, saber dónde estoy, la gente que vendrá al teatro, cómo viven, cómo se divierten, su comida... Es por ello la profesión más maravillosa.
¿Existen nervios en el escenario?
Cuando no sientes que estás en tu mejor condición vocal o física y tienes que cantar, estás nervioso. Sin embargo, el público no debería percibirlo. Han venido con grandes expectativas y no les interesan tus problemas, y así debe ser.
La figura de Otelo, que representará en Vigo, es un clásico de la ópera. ¿Qué siente al interpretarlo?
Otelo se entiende como la cima en la carrera de cualquier tenor cuya voz sea adecuada para el papel: la crème de la crème. Cuando le pregunté a Mario Del Mónaco, uno de los mejores intérpretes de Otelo a nivel mundial, con 427 representaciones de ese personaje, qué debía tener un cantante para interpretar a Otelo él me constestaba: “¡Voz! ¡Voz! ¡Voz!”. Sin embargo, sueño con interpretar algún día el papel de Don Carlos de la ópera homónima de Giuseppe Verdi. Adoro esa ópera.
