El Concello trabaja en la recuperación de la figura del fotógrafo y la trágica muerte de sus hijas, inmortalizada por Asorey y Nogueira
nnn La puesta en valor de Pereiró y su patrimonio continúa. La concejalía dirigida por Chus Lago se centra en esta ocasión en el panteón de los Gil y Sarabia, donde descansan las tres hijas de la familia, fallecidas prematuramente de tuberculosis. Pertenece a una de las sagas de fotógrafos de la ciudad.
El conjunto funerario se compone por una primera obra de Asorey para dar sepultura a la primera niña, María, rodeada por la figura de la muerte en mármol blanco. “En los trabajos de recuperación hemos descubierto que la guadaña (en bronce) rodea todo el cuerpo de la fallecida”, explica la edil, mientras mostraba ayer al alcalde una primera prueba del micro-exposición que estudian instalar en el entorno de la tumba. “Estamos viendo la manera de incluir fotos del padre e información sobre la familia porque este es un panteón que llama mucho la atención”, apuntó Lago.
La obra de Asorey se completó con una lápida de Nogueira con dos efigies de las otras dos hijas, muertas poco después. Le acompaña un texto desgarrador firmado por los padres, donde se despiden de “sus tres rosas”: “Esta tumba reúne a dos de los mejores escultores gallegos”, afirmó Caballero.
Ayer, el conjunto funerario se completaba con una figura delimitada de cartón del propio José Gil y varias fotocopias en blanco y negro de las imágenes que estudian incorporar. “En el proceso de investigación hemos encontrado una película de José Gil, donde aparecían las hijas aún vivas”.n
