La pasión por Operación Triunfo está más viva que nunca. Más de dos mil personas, según la información manejada por la organización, se reunieron ayer en el Centro Comercial Vialia para conocer en persona a Ruslana, Lucas y Paul Thin, finalistas de la última edición de OT, en una firma de discos.
El furor fue tal que los concursantes del programa empezaron la firma media hora antes de lo establecido ante la avalancha de fans que acudieron el evento, que empezaron a llegar de madrugada. Muchos viajeros vieron cómo el tren de las siete de la mañana, que llegaba desde A Coruña, entraba en Vigo lleno con la gente que venía a esta cita.
La organización, para hacer más amena la espera, decidió poner en los altavoces los éxitos interpretados durante el concurso. Aunque no sucedió con todas, la multitud cantaba con fuerza algunas de las canciones, como “One way or another”, interpretada por Lucas, o “Salvaje”, de Ruslana y Naiara. A las 10:30 de la mañana los gritos empezaron a retumbar por el centro comercial. Los nuevos “triunfitos” habían llegado. A partir de ese momento empezaron las lágrimas, los saltos de alegría y las olas de chillidos producidos por el fenómeno fan de la nueva edición de Operación Triunfo. “Yo empecé a llorar estando en la cola con la primera canción que pusieron. Al pasar, le dije a Ruslana que esto era un sueño y que iba a ser la primera en estar en su concierto”, comentó Daniela, una de las fans que estuvo esperando horas.
“Está bastante bien porque sé que en otras firmas son como 15 segundos con los concursantes y aquí está bastante más calmado. En la firma de Pamplona, por ejemplo, la gente que conocemos y que fue dijeron que fue horrible. Pamplona fue descomunal y un desastre. Desde las siete de la mañana en una especie de pabellón, gente afuera y una fila de coches… Aquí no se empezó a llenar de verdad hasta las siete u ocho, cuando se suele llenar bastante antes. Fue un ambiente tranquilo y muy controlado”, relató Giovanna, quien alabó la buena organización de la firma viguesa.
Sin embargo, también fueron muchos los que no pudieron disfrutar de su par de minutos con sus ídolos por logística. “Nosotros llegamos a las once y teníamos pensado comprar el CD aquí. Cuando entramos a la tienda solo quedaba uno y se lo dimos a ella”, comentó un joven señalando a una amiga dentro de su grupo, que venía desde Pontevedra.
A pesar del paso de las horas la fila parecía no acabarse. Finalmente, ante la multitud de fans que habían acudido al evento, Ruslana, Lucas y Paul Thin se quedaron una hora más para que todos tuviesen la posibilidad de irse con un buen recuerdo con ellos.
