Juzgan en Vigo a un fisioterapeuta por abusos: “Me hizo sentir sucia”, dice una víctima

El acusado, ayer, durante el juicio celebrado en la sección quinta de la Audiencia.
photo_camera El acusado, ayer, durante el juicio celebrado en la sección quinta de la Audiencia.
Las cuatro clientas que denunciaron por abusos a un fisioterapeuta de Vigo relataron cómo en los masajes el acusado llegó a sus zonas íntimas. Él lo niega, “no las toqué”

El fisioterapeuta y osteópata vigués acusado de abusar sexualmente de cuatro clientas durante entre 2020 y 2021 negó ayer los hechos durante la vista celebrada en la sección quinta de la Audiencia. Defendió que él trabaja el cuerpo de forma global, de ahí que por ejemplo para un problema de lumbago, “la zona de los glúteos es imprescindible”. 

Negó haber sometido a tocamientos a las denunciantes  y aseguró que puede haber cierta confusión con unas maniobras “que son propias de mi profesión”. Es más, afirmó que siempre advierte de las zonas donde va a trabajar y “les comento que si en algún momento se sienten incómodas que me lo digan” afirmando que “nunca he utilizado en partes sensibles las dos manos”.  Relató que abrió la clínica en 2006 y que la osteopatía ha sido su vida, “he podido atender a más de 10.000 pacientes”.

 

 

Sin embargo, las denunciantes negaron que les pidiera consentimiento o les informara al respecto. Según explicó una de ellas, “yo fui dos veces, por la espalda, hombros y piernas y, aunque la primera vez ya me pareció extraño, como que al trabajar en el esternón llegara hasta los pechos, algo que me incomodó, me hizo bien y me fié como profesional”. Sin embargo, en la segunda consulta “ya no solo fueron los pechos sino el pubis, me manoseó por todo el cuerpo hasta que noté cómo introducía un dedo en mi vagina, entonces me sobresalté y le dije que tenía que irme. Me quedé en shock, temblando, me sentía sucia y solo quería ducharme. Esta situación me generó malestar con mi cuerpo  y tuve que estar en tratamiento”. 

Su hermana también fue paciente del acusado. “Hubo algunos detalles que no me gustaron, como que me levantara la braguita o que al sentarme me abrazara y me acariciara la zona lumbar y cuando mi hermana me dijo lo que le había pasado me di cuenta de que esa actitud no era normal”, afirmó.

En los otros dos casos, las mujeres también señalaron roces en las zonas íntimas por debajo de la ropa interior. “Lo que creo es que él debe pensar, aprovecho que masajeo la ingle y así toco”, comentó una de ellas quien admitió que “el miedo te paraliza”. Todas coincidieron en que se tenían que desvestir delante de él. 

A la última denunciante, vecina del acusado, este llegó a llevarla al salón de su casa para hacer unos ejercicios y se quedó en calzoncillos tras una sesión para que ella le diera un masaje, al tiempo que le pidió por whatsapp quedar para tomar algo. “En el momento en el que se quedó en ropa interior y se tumbó en la camilla, yo no me atrevía a decirle que no y le toqué la espalda fue entonces cuando me dijo que que gusto que me toques porque no me toca nadie".

Una testigo, amiga de una de las pacientes, contó al tribunal cómo esta le había llamado tras la sesión “estaba muy mal, llorando".

El acusado: “Soy mucho más conservador que los libros"

El acusado que se enfrenta a 13 años y medio de prisión, ocho de inhabilitación y 10.000 euros en indemnizaciones contestó a todas las preguntas que se le formularon en sala.  Explicó pormenorizadamente cómo funciona la osteopatía y también que las pacientes se mostraban contentas con los resultados. Afirmó incluso que “soy mucho más conservador que los libros para no incomodar” y admitió que algunas imágenes de determinadas técnicas “pueden generar confusión”. Sobre el episodio en que llevó a una paciente a su domicilio para hacer unos ejercicios, aseguró que su casa está junto a la clínica y que allí “no había espacio”. Afirmó que le envió un mensaje para tomar un te por “confianza y amistad, nunca hubo una insinuación en otro sentido”  y que se quedó en calzoncillos en otra ocasión “porque ella estaba interesada en ver cómo era mi columna y mi trabajo", al tiempo que insistió en su inocencia.

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