Un año después del naufragio del “Villa de Pitanxo” los familiares de las víctimas siguen sufriendo los efectos de la tragedia y reclaman esclarecer lo sucedido. El pesquero se hundió el 15 de febrero de 2022 a 450 kilómetros de Terranova (Canadá) dejando 21 fallecidos en el mar y solo tres supervivientes el patrón Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial y el marinero ghanés Samuel Kwesi.
Para Pablo More, peruano afincado en Cangas, el naufragio marcó un punto de inflexión en su vida. A bordo del barco se encontraban su hermano Daniel y su sobrino Diego. “Toda mi familia es marinera, nos ha destrozado la vida”, reconoce. “Desde pequeños crecimos en puertos pesqueros, pero ahora con todo lo que ha ocurrido mis hermanos y yo no estamos preparados para ir a la mar por el momento”.
Kevin González también perdió a su padre Fernando en el naufragio y reconoce que un año después en su familia “seguimos destrozados”. A pesar de todo, asegura que “tenemos que seguir con la vida, él querría que nos tirásemos para adelante y estamos tratando de hacerlo, por mi parte pedí mucha ayuda psicológica”. Durante todo este tiempo afirma haber recibido también un gran apoyo de familiares y vecinos, que “se volcaron de forma espectacular con nosotros”.
More considera que este naufragio “se podría haber evitado”, ya que lo achaca a la falta de seguridad y las decisiones del patrón que “se arriesgó a trabajar con el mal tiempo para venir diez días antes de marea y anchear el pecho, eso trae sus consecuencias”. Ahora confía en que “esto no quede en nada, que haya un cambio total en la pesca” y pide más seguridad, horarios menos intensos y más simulacros para evitar nuevas tragedias.
Tanto More como González confían en que bajar al pecio del pesquero ayude a esclarecer lo ocurrido en Terranova. “Creemos que puede ayudar a añadir más piezas a este puzle para el juez y los abogados, que tengan una versión final para cerrar este capítulo si es que se puede cerrar”, afirma González, mientras que More critica que “no sé por qué se esperó tanto”.
Marín descubrirá una placa en homenaje a los 21 fallecidos
Familiares, amigos y conocidos han optado por no llevar a cabo ningún acto el 15 de febrero, al preferir pasar esa jornada “de tantos recuerdos” en sus casas, indicando que las fiestas navideñas han sido “muy dolorosas”, al ser las primeras que pasaban sin sus seres queridos. El día 17 sí se desarrollará un homenaje en la localidad pontevedresa de Marín, puerto base del “Villa de Pitanxo”. Allí, sobre las horas, se descubrirá una placa en honor a los 21 fallecidos en el naufragio y se celebrará un funeral en la iglesia de Santa María del Puerto, lugar donde en su día los Reyes de España asistieron a una misa por las víctimas del hundimiento. Vigo también planea instalar una placa similar en los próximos meses.
Todo ello mientras esperan a que se produzca el descenso al pecio del barco, que ya ha sido licitado por el Gobierno. Pese a este anuncio, la portavoz de las familias, María José de Pazo, asegura que “todavía queda mucho” para conocer qué ocurrió realmente el día de la desgracia. Con todo, considera que “estamos en el camino de conocer la verdad. Se ha dado algún pasito ya. Las familias solicitamos desde el principio bajar al pecio. Ahora se sabe que nuestra petición era totalmente plausible”, reivindicó, pese a que en un primer momento el Ejecutivo central rechazó bajar al barco si no lo solicitaba la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim).
