Los falsos avisos de emergencias, entre los delitos habituales de desórdenes

Imagen de un dispositivo de búsqueda realizado en Samil por un bañista, que no llegó a aparecer.
photo_camera Imagen de un dispositivo de búsqueda realizado en Samil por un bañista, que no llegó a aparecer.

Un vigués fue condenado a 9 meses de prisión y a pagar 683 euros a la Policía tras avisar de alertas inexistentes como la caída de un polizón al mar o un accidente marítimo

Los delitos contra el orden público, en los que se engloban desde la desobediencia o atentado a la autoridad hasta los actos en grupo cometidos con violencia para atentar con la paz pública generan una media de siete procedimientos judiciales cada mes en Vigo. Durante el año pasado, el balance de los juzgados de lo Penal registró un total de 85, una cifra algo más baja que la del año anterior, pero que se mantiene sobre niveles similares en cada ejercicio. 

 

 

Entre ellos se encuentran las falsas llamadas a emergencias, situaciones que han llevado al banquillo a varios vigueses en los últimos años. La sentencia más reciente, ratificada a finales de 2023 por la sección quinta de la Audiencia en Vigo, y contra la que cabía recurso, impuso una pena de 9 meses de prisión y el pago de 683 euros a la Dirección General de la Policía a un hombre que mantuvo en vilo  durante una madrugada a los efectivos de emergencias con avisos inexistentes.

Según los hechos probados, durante la madrugada del 31 de marzo de 2022, llamó desde su móvil al 091 entre las 1:29 y las  2:37 horas en nueve ocasiones, relatando que, cuando un barco se disponía a entrar en el puerto de Vigo, un polizón se había tirado al mar.  La reiterada alerta hizo movilizar hasta cuatro grupos policiales con nueve funcionarios, solicitando auxilio a Salvamento Marítimo, que no llegó a movilizar a ningún barco.

Esa misma madrugada, llamó también al 092 de la Policía Local, a las 1:42 y a las 2:11, dando noticias de accidentes de circulación  en el Aeropuerto y Bouzas, que no eran reales. Por último,  dio aviso al 112, el Servicio de Emergencias de Galicia, en reiteradas ocasiones por un supuesto accidente de tráfico de un vehículo en el Corredor del Morrazo, por la existencia de una planeadora en Vilaboa que se disponía a salir, por un accidente marítimo en la Ría de Vigo y por una colisión de su embarcación con una batea, llamadas que ya no fueron atendidas porque fueron consideradas incoherentes por los operarios del servicio. 

Más suerte tuvo otro joven que unos años antes acabó absuelto del mismo delito por el que fue juzgado en  Vigo. La Fiscalía también solicitaba nueve meses de cárcel tras dar un falso aviso de un tiroteo en una autoescuela de la ciudad. La sentencia entendió entonces que esa llamada no tenía intención de causar desórdenes públicos sino de gastar una “broma”.

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