La alergia alimentaria afecta a casi el 10% de la población, es más frecuente en niños y se está “viendo un peligroso aumento en los últimos años”. Esto afirma la alergóloga Ana Meijide Calderón.
Los alimentos más frecuentemente implicados en niños dependen de la introducción alimentaria. Son el huevo y la leche, y la alergia puede acabar desapareciendo hasta en un 80% entre los 4 y los 6 años. En el caso de los adultos, la alergia alimentaria más frecuente son los frutos secos, frutas, vegetales, pescados y mariscos. La alergia suele ser persistente en el tiempo y no se supera.
En cuanto a la reacción que producen, la alergia alimentaria como tal es la que se reconoce como "IgE mediada", y puede ir desde picor oral, urticaria en el cuerpo (ronchas), hasta síntomas más graves como sensación de falta de aire, mareo por hipotensión y anafilaxia. “Toda reacción sugerente de alergia debe ser valorada por el especialista para determinar la potencial gravedad que puede llegar a tener, ya que no olvidemos que la anafilaxia es una reacción potencialmente mortal”, explica la doctora que tiene consulta en Vithas Vigo.
Además, hay otro espectro de manifestación de alergia alimentaria "no mediada por IGe", menos frecuente, y más típicas de la infancia como son las enterocolitis por alimentos, donde existen vómitos y diarreas tras ingesta de un alimento en un periodo corto tras la toma, y que suelen superarse cuando el niño crece tras cumplir de 2 a 4 años.
La anafilaxia es la reacción más grave que puede tener un paciente con alergia alimentaria. Por este motivo es importante un adecuado diagnóstico, un etiquetado adecuado de los alimentos, y que los pacientes con reacciones graves por alimentos lleven siempre consigo adrenalina autoinyectable para tratar las posibles reacciones.
En general el tratamiento de alergia alimentaria es la evitación, con salvedades, en niños, al poder ser la alergia alimentaria transitoria, se pueden realizar pruebas de provocación, siempre vigiladas en un medio hospitalario y nunca los padres por su cuenta.
La mayor novedad es la llamada inducción a tolerancia oral o desensibilización, que se realiza habitualmente a huevo y leche en aquellos niños, y en ocasiones adultos, que no han superado espontáneamente su alergia. A mayores, están en investigación, con resultados prometedores la inmunoterapia o "vacuna" frente la alergia al cacahuete.
En cuanto a las causas, se conocen los alimentos implicados, y hay diversas teorías acerca de porqué cada vez hay más alergia en la infancia, entre ellas la teoría de la higiene, por la que el contacto con microorganismos previene que se desarrollen alergias y, como consecuencia, una limpieza extrema hace que se estimule menos el sistema inmune y por tanto aparecen más alergias.Otra causa sería la epigenética (la herencia familiar). Suele ser una patología más prevalente en la infancia, ya que es cuando se comienzan a introducir los alimentos cuando se detectan. Por suerte, muchas alergias de la infancia son transitorias.
La intolerancia es una alteración digestiva
Muchas personas confunden una alergia con una intolerancia. Preguntada por esta diferencia, la doctora Meijide subraya que la alergia es debida a una alteración inmunológica. El cuerpo detecta como extraño determinados alergenos alimentarios y responde a ellos con clínica habitual como es el picor, la urticaria, o la falta de aire, pudiendo ser potencialmente mortal si sufre una anafilaxia. El diagnóstico es claro, ya sea mediante pruebas en piel o analítica de IgE. En cuanto a la intolerancia, explica que se trata de una alteración habitualmente digestiva, en la que el alimento "sienta mal", pero no se desarrolla ninguno de los síntomas anteriormente descritos. “Puede ser molesta y desesperante pero no va a llegar a ser fatal como la alergia. Además, no disponemos prácticamente de pruebas para detectar dichas intolerancias, ya que las analíticas que se vende para intolerancia alimentaria no tienen validez científica reconocida”.
Verdi y Bizet, en la temporada operística del Auditorio
La temporada operística del año comienza en el Mar de Vigo, representando dos de las piezas más universales: "Otello", de Giuseppe Verdi, y "Carmen", de Georges Bizet. En colaboración con la Compañía de Ópera "LGAM" Leonor Gago Artist Management, ofrecen dos clásicos del repertorio.
El 10 de marzo, el escenario del Auditorio se transformará en la Venecia del siglo XV para dar vida a una de las óperas más conmovedoras y desgarradoras de todos los tiempos: "Otello" de Giuseppe Verdi. Esta tragedia épica, basada en la obra de Shakespeare, cuenta la historia de amor y celos del valiente general Otello, su amada Desdémona y el maquiavélico Yago. Los asistentes serán testigos de una interpretación musical magistral que explora temas universales de pasión, traición y venganza. "Otello" promete una experiencia emocional en la que el virtuosismo vocal se combina con la intensidad dramática para crear un espectáculo que dejará huella.
En cambio, el 2 de noviembre, el escenario se encenderá con la pasión española en "Carmen" de Georges Bizet. Esta obra maestra es una historia apasionada de amor y deseo ambientada en la vibrante España del siglo XIX. La protagonista, Carmen, es una gitana seductora que cautiva los corazones de todos los hombres que la rodean, incluido el apasionado Don José. Con todo, el amor y la obsesión conducen a un destino trágico. "Carmen" es conocida por su música emotiva y cautivadora, con arias cómo "Habanera" y "Toreador Song" que se convirtieron en clásicos de la ópera.
