Según expertos alergólogos esto acelera el proceso de polinización y con ello las reacciones
El aumento “brusco” de temperaturas a lo largo de las semanas pasadas provocó que la polinización, y por tanto las alergias, empiecen “bastante antes”, un hecho que “no sorprende” a los médicos y profesionales alergólogos.
En declaraciones Pedro Ojeda, responsable de comunicación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, explicó que este 2024 está siendo un año de “alta intensidad de polinización de las cupresáceas, una familia de plantas, fundamentalmente árboles, que en las grandes ciudades incluyen las arizónicas, que son los árboles que se plantan en los centros de los jardines, y luego los cipreses también”.
A pesar de que aún no terminó la época de polinización, que lo hará hacia finales de marzo, si se comparan gráficos de polinización, “llevamos ya cuatro o cinco picos intensos este año, mientras que el pasado apenas hubo dos picos moderados”, señaló Ojeda.
Alergias adelantadas
“No es algo que a los alergólogos nos haya cogido de sorpresa. Siempre que viene un invierno suave de altas temperaturas, vemos una explosión de polinización. A la gente alérgica a estos pólenes, que están poco acostumbradas a tener picos tan altos, sí que les ha cogido un poco de sorpresa”, detallaba.
Un adelanto que “lo habitual” es que vaya a peor en un futuro, ya que “la polinización se va incrementando por los efectos del cambio climático, de que cada vez tenemos temperaturas más altas”.
Medidas de prevención
Para prevenir esta alergia, el experto afirma que las personas afectadas deberían “quedarse en el interior de edificios o instalaciones para no estar expuesto”, ya que una vez que sales al aire libre, “estos pólenes viajan grandes distancias y aunque no esté en una zona donde haya arizónicas, puede afectar debido a que viajan transportados por el viento”.
La alergia al polen es una enfermedad caracterizada por síntomas que afectan a los ojos, nariz y pulmones, como consecuencia de la climatología cambiante. Ante esta circunstancia, Ojeda insiste en la importancia de las mascarillas, que son “útiles para hacer un efecto barrera en la mucosa nasal” y también “gafas de sol para la mucosa ocular”. Además, insiste en la importancia de el “tratamiento de fondo”, como podrían ser “las vacunas de alergia, una herramienta muy buena”.
“Hay que empezar a vacunarse desde el otoño, incluso antes, y son tratamientos largos, pero sí que ayudan a reeducar la respuesta del sistema inmunitario y que sea menos reactivo a estos pólenes”, ha detallado, “además, disponemos de medicamentos, que son por ejemplo los antihistamínicos”.
