El Gobierno pide a la Diócesis un atrio en Vigo que no existe y tres parcelas

La iglesia en Vigo bajo la advocación de Santa Cristina está en Lavadores, no en Valadares, y está documentada.
photo_camera La iglesia en Vigo bajo la advocación de Santa Cristina está en Lavadores, no en Valadares, y está documentada.
La Iglesia viguesa justificó la propiedad de 67 bienes de los 72 requeridos, descartó la del colegio de Mondariz y manifestó la imposibilidad de localizar cinco

El Ministerio de Presidencia encargó al Concello la identificación y localización de los propietarios de cinco bienes de los que, según el propio informe, la Iglesia viguesa no ha podido documentar su titularidad. Así, el alcalde Abel Caballero confirmó ayer que se iniciarán los trámites burocráticos “para ponerlos en disposición de sus legítimos propietarios”.

Consultado por Atlántico, Jesús Martínez Carracedo, vicario de Economía de la diócesis Tui-Vigo, aclaró que “no hay nada que devolver, son cinco propiedades donde existen errores en la identificación”.

Así, quedó sin justificar la titularidad del atrio de Santa Cristina, titular de la parroquia de Valadares, sobre la que el vicario afirma, “aquí no existe ninguna iglesia con ese nombre, Santa Cristina está en Lavadores y tenemos todos los papeles de propiedad, tanto es así como que firmamos un convenio con el Concello para su restauración”. Tampoco se acreditó la titularidad de cuatro parcelas: la de Campo Balbarda, atribuida a la diócesis Tui-Vigo, al igual que Penedo Sampaio y Porta do Ghicho, además de Coto Grande de la parroquia de Santa Mariña. “No les acompaña ninguna referencia catastral, ni coordenadas para que las podamos localizar, no sabemos cuáles son, ni dónde están”. Con respecto al colegio de Mondariz aceptó la titularidad de la religiosas del Divino Maestro “como ya consta en el informe”.

Según el acuerdo firmado entre el Gobierno de España y la Conferencia Episcopal, la Iglesia debe justificar los bienes inscritos a su nombre entre 1998 y 2015. “Por una parte están los bienes registrados con documentación, por otra los inmatriculados, que se titularon sin papeles y que se refieren principalmente a los templos, que desde la creación del Registro de la Propiedad la Iglesia tenía prohibido inscribir”, apunta Carracedo. Asegura que tal y como indican en el informe remitido al Ministerio, “de las 72 propiedades reclamadas, pudimos justificar con documentación presentada ante notorio tanto de títulos de compraventa, donaciones o adjudicaciones por herencia”. Al tiempo tuvieron que probar la duplicidad nominal al referirse a un mismo bien, como la residencia del obispo en Doutor Corbal, 90 y finca Olloso o la modificación del registro por obra como en el caso de templos de nueva construcción como San Pablo, Santa Teresa o el Cura de Ars. “En otros casos, las propiedades dejaron de ser nuestras por permutas con el Concello que no registró, si algo no nos corresponde, lo comunicamos al catastro; es un tema administrativo que no hay que convertirlo en político”, concluye  Martínez Carracedo.

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