El Concello participa en el programa In2ccam, que se desarrolla en la urbe por características como su orografía o el elevado tráfico industrial que suponen “retos sin precedentes”
El Concello de Vigo se encuentra inmerso en un proceso de digitalización que llegará a prácticamente todos los ámbitos de la gestión urbana y la administración. Entre ellos, la ordenación del tráfico para lograr una circulación más segura y eficiente. Para lograr este objetivo, Vigo participará el próximo año como “laboratorio vivo” en el programa europeo In2ccam junto a otras cinco ciudades de Italia, Grecia, Portugal y Finlandia realizando pruebas con dos vehículos autónomos y conectados. Además, también participarán en menor medida otra veintena de municipios de países como Alemania, Bélgica, Luxemburgo o Turquía de los que varias delegaciones de técnicos ya visitaron la ciudad en el marco de esta iniciativa.
Desde el proyecto, impulsado por la Universidad Politécnica de Bari, en Italia, y financiado por la Unión Europea, seleccionaron a Vigo por las características especiales de la ciudad en cuanto al tráfico. Según señalan desde la iniciativa, Vigo presenta “retos sin precedentes” para In2ccam con motivo de “su entorno distintivo, caracterizado por la actividad industrial del Puerto y una topografía accidentada”.
También destacan que la gestión del tráfico debe afrontar “el reto de apoyar las necesidades de movilidad de los 600.000 habitantes de toda el área, con 750.000 viajes en coche al día a través de un área urbana condensada” con alrededor de 280 intersecciones con semáforos en la ciudad. Ante esta situación, el proyecto In2ccam buscará mejorar la circulación a través de tecnologías punteras para la gestión del tráfico que permita optimizar la capacidad de sus carreteras existentes. Durante la segunda mitad del próximo año se pondrán en marcha en la ciudad dos coches autónomos y conectados equipados con una decena de cámaras, sensores y potentes ordenadores que analizarán el tráfico de la ciudad. Todo ello en coordinación con la sala de tráfico del Concello, a través de la que se controlan todas las cámaras de la ciudad o la red semafórica.
Con este proyecto se busca mejorar la circulación, eficiencia y seguridad de flotas de vehículos municipales como bomberos o policías así como para toda la ciudadanía. Se generarán alertas y permitirán tomar decisiones para la actualización infraestructuras físicas, como señales de tráfico, trazado de carreteras, carriles dedicados o semáforos; actualizar infraestructuras digitales, como tecnología de comunicación que mejora la conectividad, sensores de carreteras, cámaras, mapas de alta definición, datos estáticos y dinámicos, nuevos servicios optimizados, redes de gemelos digitales, algoritmos de consenso; también podrá proponer infraestructuras operativas adecuadas, es decir, planificación y previsión de la gestión del tráfico.
Las primeras pruebas
Vigo ya puso a prueba el uso de coches autónomos en 2019, cuando realizó la primera prueba en entorno urbano de este tipo de vehículos. Por aquel entonces se trató de una iniciativa del CTAG, PSA y el Concello. El objetivo era validar la comunicación entre el vehículo y la infraestructura municipal para dar respuesta al futuro de la automoción.
También se hizo una prueba de estacionamiento automatizado en el parking público de Praza do Rei. En la conducción por Gran Vía el coche debía circular en un entorno complejo, parar ante un semáforo en rojo y detectar a un peatón que irrumpía en la calzada. Las pruebas se superaron con éxito. También se trató de un proyecto europeo, en ese caso el Autopilot, lanzado a principios de 2017 y que concluyó en 2020 tras desarrollarse en 15 países.
