Un estudio indica el descenso de las apuestas en menores

Los juegos de azar y las apuestas deportivas ya no están de moda entre los jóvenes de Vigo, según señal un estudio realizado mediante consultas con menores por el psicólogo Antonio Rial Boubeta en 2019 y 2022. Esta práctica, pese a estar prohibida, tanto en Internet como en las máquinas de apuestas en locales de restauración, es de fácil acceso debido a su poco contro,l. No obstante, con el paso del tiempo y una pandemia de por medio, los más jóvenes han cambiado cara a una adición diferente, igual de peligrosa como son los videojuegos o las redes sociales.

Para Boubeta ante el cambio de tendencia de los adictos (pasando del varón de entre 45-55 años al joven entre 16 y 22), los juegos de azar y las apuestas deportivas están perdiendo protagonismo en los jóvenes, cayendo “hasta la mitad desde el año 2019”, según concluye su estudio realizado en 2022, en colaboración con la Fundación Barrié. Este indica que un 11% de los menores apuestan de forma regular, más de la mitad que en 2019, donde otro estudio de similares características señaló que el 24,5% reconocía apostar de forma continuada. Sin embargo, todavía puede llegar a ser preocupante en ese aspecto porque “un menor tiene 3 o 4 veces más posibilidades de volverse un adicto". Su aumento comenzó ante la cantidad de estímulos y oportunidades con las que los menores contaron, surgiendo nuevos conceptos en las apuestas como la deportiva, la ruleta o las carreras de caballos, mientras que antes “tan sólo existían unas cuatro o cinco opciones, pero ahora ya hay miles, tanto presencial como online”. Sin embargo, los movimientos sociales y las leyes de protección al menor, como la realizada en enero del 2022 para la eliminación publicitaria de casas de apuestas ha sido “un completo éxito, desde ahí la sensación es que los menores apuestan menos. No podía ser que 19 de los 20 equipos de fútbol de la Primera División contasen con publicidad en sus camisetas”. La conciencia social ayudó (y bastante) a que los números desciendan, con más control por parte de los padres aunque “el 60% saben que sus hijos apuestan”. Recordó la movilización que ocurrió en Redondela, con cientos de personas en contra de las apuestas deportivas y la laxitud de los locales instalados para tal fin. “Al 80% de los menores no le han pedido nunca el carnet para comprobar si era menor o no”, afirmó Rial Boubeta.

En cuestión de género, las adiciones golpean a ambos sexos por igual, aunque en diferente intensidad. En el caso de las apuestas deportivas predominan los chicos por un amplio margen, que suelen “juntarse en grupos para apostar de forma presencial en los bares, y no tanto en Internet como se cree”, al igual que los videojuegos, que también es cosa del sexo masculino aunque en menor medida.