El ataque de los ciberdelincuentes sigue siendo feroz. Así lo atestiguan a diario los juzgados de Vigo en la recepción de denuncias y atestados de víctimas de estafas y timos por internet.
Uno de los últimos está vinculado al conocido “timo del hijo”. Un vigués perdió casi 5.000 euros tras recibir varios mensajes de Whatsapp en los que los estafadores se hacían pasar por su hija en apuros, que solicitaba ayuda de urgencia. De esta forma, llegó a realizar hasta cinco transferencias de casi 1.000 euros cada una.
El juzgado ya ha abierto diligencias de investigación para tratar de dar con los responsables, algo complicado porque este tipo de delincuentes actúan desde diferentes países a través de redes informáticas para complicar la labor policial.
A pesar de las innumerables campañas informativas, el ingenio de los timadores hace que sigan acumulándose víctimas. Fuentes judiciales explicaban que siguen siendo numerosos los casos de estafas por ventas ficticias por internet y en las que los autores suelen acumular denuncias por distintos puntos del país.
Falsos inspectores
Precisamente, la Policía Nacional alertaba de otra nueva modalidad de estafa. Desde la Comisaría provincial se informó de que todo comienza con una llamada telefónica en la que se exige a los usuarios afectados el pago de una multa económica. Las personas que llaman se hacen pasar por trabajadores de un organismo, en este caso, inspectores de Sanidad que informan de la sanción y de las consecuencias que supondrá su impago: el cierre del establecimiento. Para realizar dicha transacción, solicitan el pago por medio de códigos de prepago de Paysafecard. La Policía advierte de que es un intento de fraude, ya que Paysafecard no se utiliza como método de pago por abogados o tribunales.
