Los empresarios prevén una nueva oleada de empresas de Vigo y la provincia que ampliarán su actividad en el norte de Portugal donde les ofrecen el pack completo: rebajas fiscales, bonificaciones para contratar mano de obra y suelo a coste reducido. Todo ello con una burocracia mínima para la implantación. De hecho recuerdan que grandes fortunas gallegas ya se han posicionado en Portugal.
Las consultas llegan a diario a la Confederación de Empresarios ante las dificultades no solo para nuevas implantaciones sino también para ampliaciones de empresas. “Se exigen permisos especiales que para las pequeñas y medianas empresas hacen imposible esperar todo ese tiempo, así que optan por el Norte de Portugal donde los trámites se hacen en 48 horas”, explica el presidente de la patronal de Vigo y la provincia, Jorge Cebreiros.
Para el empresario “ante la maraña administrativa estamos reaccionando mal como país y el Norte de Portugal es muy competitivo”, explica, a lo que suma la diferencia salarial: “si tienes prevista la contratación de 50 o 100 personas con poca cualificación para abrir una nave la diferencia es del 50% menos”, precisa.
“Es una tendencia de los últimos diez años pero sí hay empresas que están haciendo sus estudios en este momento para ver la comparativa de implantarse en Galicia o en Portugal, tanto de automoción como de fabricación de equipos, maquinaria e ingenierías”, constata el secretario general de la patronal del metal, Asime, Enrique Mallón. Corrobora que las ayudas del otro lado de la “raia” son muchas, “tanto fiscales como de implantación”, precisa.
En este sentido, Cebreiros, empresario vigués y presidente de la CEP, considera que parte de la solución vendría por dar más competencias a los concellos para eliminar trabas administrativas, “como ya pasa con las aperturas de los comercios que abren con una declaración jurada. Los alcaldes gallegos se convertirían en 313 agentes comerciales para atraer empresas”, opina.
“El Norte de Portugal debe ser siempre nuestro compañero de viaje y nunca nuestro competidor”, opina el presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias. La fórmula, a su juicio, pasa por la disminución de la burocracia, la reducción de impuestos y la reducción también del precio del suelo industrial, con un precio medio que no supere los 25 euros el metro cuadrado urbanizado en Galicia. Todo ello son “herramientas con la que los empresarios podemos ser más competitivos y productivos, lo que ayudará a generar empleo estable y de calidad”, subraya.
Iglesias Padrón es contundente al señalar que “el gobierno gallego debe ser consciente de que las empresas necesitan menos fiscalidad, menos burocracia y más suelo industrial y comercial a bajo coste, porque si no se hiciera así se prepara una segunda oleada de deslocalizaciones en los próximos meses con destino hacia Portugal”, asegura.
Iglesias además propone mejorar y actualizar la legislación laboral pero no derogar “una reforma laboral que ha contribuido en los últimos años a que miles de pymes no cerraran”, subraya.
