“Vuestra mente no está preparada para ser feliz”. Esa es la máxima repetida por Emilio Duró en la charla motivacional que ofreció ayer en un Auditorio de Beiramar prácticamente repleto, con butacas que costaban hasta 100 euros, “pero no me hagáis mucho caso”, aclaraba entre las risas del público cada vez que soltaba uno de sus comentarios mordaces.
En este ciclo de conferencias organizado por ‘Mentes Expertas’, este empresario que acabó “por accidente” en el mundo del ‘coaching’ tras un intento de hacer reír a unos compañeros empresarios “que si los motivaba lo perdía todo porque eran gente sin formación”.
Durante algo más de una hora, el ‘coach’ catalán explicó a los cientos de asistentes la historia de su búsqueda de la felicidad en forma de monólogo con tintes humorísticos. “A mí me grabaron, me colgaron en internet y me cambiaron la vida”, comentaba sobre sus inicios en este tipo de charlas, aunque matizando que “yo no soy ‘coach’ porque no sé escuchar”. Duró reflexionó durante su charla sobre la avanzada esperanza de edad del ser humano, que no se ha adaptado a los anhelos de felicidad: “Se han puesto años a la vida, pero no vida a los años”. Entre las carcajadas y aplausos del público, el ‘coach’ advertía: “Me resisto a ser sólo divertido porque quiero enseñaros lo que me hubiese gustado saber hace 30 años”.
Una de las cosas en las que insistió durante toda su intervención en el Auditorio de Beiramar fue la genética, que según Duró, “está preparada para que sobrevivamos, no para ser felices y no puedes cambiarla”, por lo que hizo hincapié en “ser optimista porque los optimistas viven el doble”. Para ello, dio un mensaje importante definiendo la felicidad como “la diferencia entre lo que esperas de la vida y la vida real” porque "todo viene en comparación.