La doble escala de ayer provocó un lleno absoluto del centro urbano con casi 9.000 viajeros que pudieron desembarcar desde primera hora de la mañana en una ciudad en la que la lluvia caía con fuerza, unos ocho litros por metro cuadrado que se recogieron durante la mañana, donde también soplaba con fuerza el viento. Pese a ello, no se desanimaron los turistas marítimos: la mayoría “tomó” el entorno del Casco Vello hasta la Porta do Sol, todavía en obras, pero ya utilizable como una gran plaza peatonal. Los trabajos tendrían que estar listos para la “inauguración” navideña, dentro de menos de un mes. No obstante, Sol luce ya como una gran plaza peatonal, una novedad para Vigo, donde no había espacios de encuentro más allá de las Avenidas, O Calvario o plaza de la Independencia. Como es habitual, más del 75 por ciento de todos los cruceristas prefirieron quedarse en la ciudad para conocerla o realizar una gira por el entorno antes de volver a subir al barco. Desde Sol, el camino principal era hacia la cima del Castro, otra visita obligada.
En todo caso, llamó la atención la presencia masiva de turismo internacional a estas alturas del ejercicio, pero en realidad no es tan extraño: el último cuarto del año suele tener mayor actividad en crucerismo. Ayer tocaron puerto el “Ventura” y el “Sky Princess”, ambos de regreso a su base en Southampton; el primero desde Lisboa y el segundo procedente de Funchal. El “Ventura”, de 290 metros, traía 3.309 pasajeros y otros 1.148, en tanto que el “Sky Princess”, de 330, uno de los gigantes del mar, llegaba con 3.182 cruceristas y 1.302 de personal a bordo. La mayoría de los viajeros eran británicos, la nacionalidad que más se repite, y con diferencia en las escalas. Los dos grandes buques se despidieron haciendo sonar con sus sirenas la sintonía de “El barco del amor”, la serie ochentera que transcurría a bordo de un crucero por el Caribe. Pero la temporada no ha terminado todavía. Aún queda una arribada este mismo mes y en noviembre están programadas hasta ocho escalas más, entre ellas una doble. En diciembre todavía serán otras cinco, también con una con dos buques. La estimación es que todavía pasarán por Vigo unas 30.000 personas más, que se sumarán a las aproximadamente 130.000 contabilizadas hasta el momento.
