Sucesos

Dos detenidos y una investigada por el crimen del pozo de Porriño

El hallazgo se produjo en febrero de 2021 en un pozo de una nave de O Cerquido
photo_camera El hallazgo se produjo en febrero de 2021 en un pozo de una nave de O Cerquido
La Guardia Civil logra dar con los presuntos responsables de la muerte del portugués cuyo cadáver permaneció casi un año oculto en O Cerquido. Se baraja el ajuste de cuentas

Una investigación sin precedentes ha conseguido en algo más de dos años y medio dar con los presuntos responsables de uno de los crímenes más díficiles de esclarecer ocurridos en el área de Vigo. El grupo de delitos contra las personas de la Unidad Órganica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra detuvo ayer a dos hombres y citó como investigada a una mujer por su supuesta vinculación con la muerte violenta de un hombre de 37 años, cuyo cadáver saponificado fue encontrado en un pozo de O Cerquido, en Porriño, casi por casualidad. 

 

 

Fuentes del caso aseguraron que se trata de tres personas del área de Vigo, a las que la Guardia Civil ya llevaba tiempo investigando y sobre las que se habían realizado seguimientos. La principal hipótesis del crimen estaría relacionada con un ajuste de cuentas. La víctima, Carlos A. natural de Viana do Castelo, pero asentada en Porriño donde trabajaba en un negocio de compra y venta de vehículos, había sido golpeada fuertemente en la cabeza antes de ser tirada al pozo.  La identificación, casi imposible, se pudo hacer más de un año después gracias a un retrato robot y tras dar sepultura al cuerpo en el cementerio municipal.

Un retrato robot y una llamada desde Portugal

La Unidad de Antropología Forense del Imelga realizó una recreación de la cara de la víctima y el juzgado de Instrucción 3 de Porriño autorizó su difusión. La estrategia dio sus frutos y una llamada de la madre de la víctima desde Portugal permitió poner nombres y apellidos a ese rostro desconocido. Siempre se sospechó que podía ser un vecino luso, por los efectos encontrados en el pozo, pero se partían con muy pocas pistas, unas llaves  de un coche y unas monedas de euro de aquel país. 

El retrato robot de la víctima permitió su identificación.
El retrato robot de la víctima permitió su identificación.

Tras confirmarse mediante pruebas de ADN de la identidad del hombre, la investigación de la Guardia Civil tomó impulso. Los agentes se centraron en los negocios de compra y venta de vehículos, en posibles deudas y llegó hasta los sospechosos que pasarán en las próximas horas ante el juzgado, casi tres años después del hallazgo.

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