Preacuerdo entre Vitrasa y sindicatos para desconvocar la huelga

La asamblea de trabajadores de la concesionaria decidirá hoy si ratifica las propuestas firmadas ayer para desconvocar las movilizaciones y negociar un nuevo convenio

Un autobús de Vitrasa con el cartel de servicios mínimos. // Vicente Alonso
Un autobús de Vitrasa con el cartel de servicios mínimos. // Vicente Alonso

La huelga de Vitrasa se acerca a su fin. Comité y empresa firmaron este jueves un preacuerdo, supeditado a la ratificación de la asamblea de trabajadores a lo largo de la jornada de este viernes, para suspender las movilizaciones “durante un período de tiempo razonable” en el que ambas partes se sentarán a negociar un nuevo convenio.

La de este jueves era la quinta reunión celebrada en los últimos 48 días –esto es, desde el inicio de la huelga indefinida el pasado 25 de noviembre— para tratar de desbloquear la situación tras varios intentos fallidos en los que Vitrasa acusaba al comité de no tener voluntad negociadora y este a la compañía de querer que se desconvocaran la huelga “a cambio de nada”.

La principal diferencia con las últimas veces en las que los representantes sindicales y la dirección de Vitrasa se reunieron para negociar fue que, por primera vez, la empresa accedió a ofrecer una subida salarial, en este caso del 2,5% para el año 2023 que se consolidará a las tablas de 2024, cobrando los atrasos. Este se podrá negociar al alza y se añadirá a futuras negociaciones sobre todo lo atrasado de 2021 y 2022.

La propuesta que se votará este viernes en asamblea también contempla la retirada de las sanciones del Marisquiño con su consecuente restitución económica, la retirada de los expedientes sancionadores pendientes de resolución, el establecimiento de un calendario para celebrar al menos una reunión cada semana hasta el 20 de marzo, acudir al Consello Galego de Relacións Laborais para tener una mediación, un plus de nocturnidad para los trabajadores del taller, cambios de turnos entre compañeros y mejoras en los descansos entre paradas.

Más de tres años de conflicto y tensión en las calles

Los primeros paros parciales convocados por la plantilla de Vitrasa para exigir la negociación de un nuevo convenio llegaron a finales de 2020, año en el que caducaba el previamente firmado. Desde entonces, el conflicto escaló poco a poco hasta el año pasado, en el que prácticamente todos los meses acumularon días de paros parciales e incluso algunos totales (como durante la celebración de O Marisquiño, en el que se abrió expediente contra media docena de trabajadores y que elevó la tensión en el conflicto laboral).

Mientras la empresa esperaba por un reequilibrio económico ya anunciado pero todavía no materializado, el comité convocó el 25 de noviembre la huelga indefinida ante las negativas de Vitrasa a negociar condiciones económicas. Las manifestaciones en las calles de la ciudad también se recrudecieron, llegando a convocarse una por día en las horas punta e incluso protestando en actos del alcalde, que se mantuvo al margen durante la mayor parte del conflicto, aunque los trabajadores le pidieron que se involucrara.

Las primeras reacciones al preacuerdo no tardaron. Los concejales Fernando G. Abeijón (PP) y Xabier P. Igrexas (BNG) celebraron la noticia y este último habló también de “mejoras pendientes” en el servicio, como la recuperación de las 250 frecuencias que se perdieron en el transporte urbano vigués desde 2019.

La empresa destaca el “gran esfuerzo” para lograrlo

El director de Vitrasa, Carlos González, manifestó su alivio y satisfacción tras las 9 horas de reunión entre empresa y comité para alcanzar un preacuerdo que permitirá desconvocar la huelga si es ratificado por la asamblea de trabajadores: “Esperamos que así sea para poder seguir negociando en un clima normalizado, terminar con esta huelga y poder recuperar la confianza de nuestros viajeros”.

González hizo hincapié en el comunicado enviado a los medios en que “la empresa, con todas las dificultades que sigue exponiendo a los trabajadores en materia de pérdidas económicas, ha hecho un enorme esfuerzo y ha ofrecido una subida inicial del 2,5% desde enero del año pasado, por lo que va acompañado de los atrasos y además se consolida para este 2024”.

Además, según el director de la concesionaria del transporte urbano vigués, se atendieron “casi en su totalidad” las peticiones del comité de empresa y, a su vez, Vitrasa se comprometió “a estudiar el resto”.

Por su parte, el presidente del comité de empresa de Vitrasa, Imanol Arnoso, calificó de “avance” y “paso adelante” el preacuerdo firmado, ya que lo que permitió desbloquear la negociación tras cuatro reuniones fallidas en el último mes y medio fue la actualización salarial ofrecida por la compañía.

Eso sí, Arnoso incide en que la desconvocatoria de la huelga depende exclusivamente de la decisión de la asamblea de los trabajadores y advierte de que “hay gente muy comprometida con la causa y no soy capaz de aventurarme a hacer una predicción” sobre la ratificación del preacuerdo. De todas formas, aunque se desconvoque la huelga, será de forma temporal y “si vemos que no hay avances en unas cuantas semanas, la reactivaríamos”, explica Imanol.

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