La empresa promotora logra permiso para demoler la próxima semana la vieja nave
n n n La firma Avantespacia, división inmobiliaria de la corporación Inveravante, del Grupo Jove, acaba de obtener la licencia municipal para iniciar ya la próxima semana el derribo del edificio Cordelerías del Mar, en Beiramar, junto al Auditorio. Será la primera edificación residencial del entorno, hasta ahora básicamente industrial. Los congeladores de Jacinto Benavente en la parte de competencia municipal (y por tanto privados) están cerrados y la mayoría en ruina, como Cordelerías, que lleva más de 25 años sin actividad. El motivo principal era que el Plan General de 2008 modificaba la calificación del terreno de industrial a residencial, lo que llevó a la progresiva clausura de los frigoríficos y otras naves.
La compañía, según informó, tiene previsto desarrollar en este suelo -que tiene una superficie construida de 31.700 metros cuadrados- un edificio de 155 viviendas en altura (planta baja + 10) de 2, 3 y 4 dormitorios, estando el proyecto en fase de redacción. El desarrollo tendrá piscina y también aprovechamiento comercial y probablemente estará terminado en un plazo de tres años. La fórmula elegida para el desarrollo urbanístico es mediante un convenio con el Concello, que a su vez utilizara las normas provisionales de la Xunta, pensadas para recuperar ámbitos que tenían una calificación distinta en el Plan de 2008 anulado por el Tribunal Supremo.
El convenio contempla que a cambio el Concello recibirá gratuitamente una parcela destinada a usos libres y zonas verdes de 1.848 metros cuadrados hacia la calle Marqués de Valterra. Es muy probable que tras Cordelerías Mar se dé un impulso al resto de factorías en desuso, como Pescanova o Pesca Puerta y Frigoríficos Vigo. En el lado de titularidad portuaria, en cambio, el proceso es el contrario: reactivar la industria. n
