“Todavía no lo asimilamos”. Con intenso dolor, las abuelas de Aldara, Sara y Ezequiel, fallecidos en el incendio junto a su madre, Rosana, de 29, trataban ayer de sostenerse arropados por más de 50 personas, entre primos, tíos y otros parientes. Todos ellos se concentraban ayer a las puertas del hospital Ribera Povisa, junto a Sinaí Giménez, también familiar, quien, como portavoz de Sociedad Gitana Española, agradeció las muestras de condolencia y apoyo de todos responsables políticos al tiempo que solicitó “medidas” para evitar que una tragedia como la ocurrida no se vuelva a repetir.
Insistió en solicitar alquileres sociales para las diez familias que “tuvieron que salir con lo puesto” tras el incendio y que, según dijo, se vieron obligadas a okupar al no tener opciones.
Aunque las llamas no afectaron a las viviendas, el extremo calor y el humo empeoraron todavía más las condiciones de habitabilidad. Según una de las supervivientes, instalada en el segundo, también familiar, la situación del edificio era muy mala. El propio Sinaí reconocía que no tenían luz, ni agua y tenían que optar por engancharse.
De momento, el inmueble continuará precintado y los inquilinos han sido realojados por el Concello. Un total de doce personas fueron trasladadas desde el albergue a hostales, informaron fuentes municipales. Giménez afirmó que en cuanto a las 10 familias de etnia gitana, se encuentran en viviendas de parientes.
Respecto a las causas del incendio, la opinión unánime de los vecinos del edificio es de que fue provocado. Giménez aseguró que no quieren “venganza” sino “justicia”
Desde la Policía y el juzgado mostraron prudencia mientras no estén finalizadas las diligencias de investigación. El Juzgado de Instrucción 1 de Vigo, en funciones de guardia cuando ocurrieron los hechos, se ha hecho cargo de la causa y a última hora del miércoles confirmaba la identificación de los cuatro cadáveres. Los tres hijos y su madre murieron asfixiados al tratar de huir por las escaleras y presentaban diversas quemaduras por el calor térmico generado. Sin embargo, ni bomberos ni Policía encontraron un segundo foco en la cuarta planta.
Tras la realización de la autopsia, se hará entrega de los cuerpos de los cuatro fallecidos a los familiares. El Concello informó de que les dará apoyo en todo lo relacionado a las exequias funerarias.
Los abuelos confiaban ayer en que los dos supervivientes de la familia, el padre y la niña pequeña, de 8 años, Jummy, que se salvaron tras permanecer prácticamente colgados de la ventana hasta ser rescatados, puedan recuperarse. “Es la única esperanza que nos queda”, aseguraban.
