Un equipo de anestesistas y cirujanos pediátricos del Cunqueiro desarrolló, por primera vez en Galicia, la técnica de la crioanalgesia en operaciones infantiles de pectus excavatum, una deformidad en la pared torácica anterior.
Con esta técnica, iniciada hace dos meses, los especialistas operaron a 5 menores con esta patología, de entre 13 y 15 años (4 niños y 1 niña). Todos están dados de alta y tienen una evolución favorable.
La crionanalgesia es un procedimiento anestésico que consigue la ablación por congelación de los nervios intercostales del tórax a través del frío, lo que facilita la anestesia y la cirugía, y reduce de manera muy importante el dolor postoperatorio, lo que permite la pronta recuperación del paciente y una rápida reincorporación a su vida habitual.
El anestesista, Juan Amate, explica que “una de las grandes ventajas que presenta este procedimiento es que conseguimos que durante aproximadamente 3 meses el tórax esté anestesiado, por lo que durante este tiempo el paciente no siente dolor y puede realizar su vida normal muy pronto, mientras que con la analgesia convencional el paciente se va a casa con restricciones importantes de la movilidad y no empieza a hacer vida normal hasta el cuarto mes”.
La crioanalgesia puede realizarse a través de dos procedimientos: por vía percutánea o de manera intraoperatoria. En la primera, a través de una aguja guiada por ecografía se introduce una sonda que congela los nervios intercostales produciendo su lesión intencionada, controlada y reversible. Este procedimiento se realiza unos días antes de la intervención por parte de los anestesistas de la Unidad del Dolor, de manera ambulatoria. El procedimiento intraoperatorio se efectúa en el mismo momento de la intervención quirúrgica, a través de toracoscopia, accediendo directamente a la cavidad torácica. Hasta ahora, de los 5 casos realizados, 4 han sido percutáneos y uno en quirófano.
El pectus excavatum es una deformidad de la pared torácica anterior que hace que el esternón se proyecte para adentro, formando una depresión en el pecho, lo que le confiere un aspecto hundido o cóncavo. Se trata de una patología relativamente frecuente en la edad pediátrica, con más prevalencia en los varones que en las mujeres. El Chuvi operó a 50 niños y niñas con esta patología. Anualmente se operan entre 6 y10 nuevos casos.